En Reino Unido han aumentado las voces que piden que la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, fallecida el lunes, no tenga un funeral con honores militares financiados por el Estado, en consonancia con su política recortes de gastos públicos impuesta durante sus años de gobierno.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, uno de los herederos políticos de Thatcher, defendió hoy el funeral de Estado, asegurando que el país se lo puede permitir. La familia de Thatcher ya se había mostrado dispuesta a asumir una parte de los costes.
Si se trata de dinero, el cheque que ella negoció para su país en la UE nos ha supuesto hasta ahora 75.000 millones de libras (115.000 millones de dólares), es decir, el doble de nuestro presupuesto de defensa anual, señaló Hague.
Thatcher tendrá un funeral con todos los honores militares el 17 de abril, similar al de la princesa Diana o la reina madre. Hasta 2.500 invitados de todo el mundo asistirán a la catedral de San Pablo para darle su último adiós. También la reina Isabel II anunció su asistencia.
La controversia continuó hoy durante una sesión especial del Parlamento en su honor convocada en plenas vacaciones de Pascua por el ministro David Cameron. Cameron defendió durante la sesión el legado político de la dama de hierro, alegando que sacó al país de la crisis de la posguerra. Fue una extraordinaria mujer y muchas de sus decisiones controvertidas cuando loas adoptó son hoy aceptadas más allá de las diferencia de los partidos políticos, consideró.
OPOSICIÓN Sin embargo, el opositor líder del partido laborista, Ed Miliband, recordó a la actitud crítica de Thatcher con el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, después Premio Nobel de la Paz. Miliband recordó cómo Thatcher calificó al partido CNA de Mandela como la típica asociación terrorista.
Nunca estuve de acuerdo con lo que hizo, pero respeto lo que su muerte significa para las muchas personas que la admiraban y honro sus logros personales, dijo Miliband.
Anteriormente, la propia convocatoria de la sesión había desatado numerosas críticas. Cameron, utiliza la sesión para obtener ventajas políticas, criticó John Healey, ex ministro de los gobiernos laboristas de Tony Blair y Gordon Brown.
El diputado señaló que el Parlamento británico sólo ha sido convocado en épocas vacacionales en 25 ocasiones desde la Segunda Guerra Mundial para debatir eventos como la crisis de Suez, la invasión de Kuwait, los atentados de Omagh o el ataque terrorista contra las Torres Gemelas.
El diputado laborista John Mann dijo que no atendería a la sesión, que considera un derroche de dinero, mientras George Galloway la consideró un elogio organizado por el Estado.
LA FIGURA DE THATCHER DIVIDE AL PAÍS Y es que Thatcher era una figura que divide al país. Mientras algunos consideran que salvó la economía del país y restauró su posición dominante tras la guerra de las Malvinas, otros la ven como una persona destructiva y sin corazón y la acusan de haber desmantelado la industria minera y de disparar el desempleo.
Pero la controversia trasciende fronteras: la oposición exigió hoy al ministro del Exterior australiano, Bob Carr, una disculpa a la familia de Thatcher por atribuirle comentarios racistas horas después de su muerte. Carr dijo que una vez Thatcher le dijo que Australia se llenaría de asiáticos a menos que se restringiera la inmigración.