Apodado “El Faraón”, Muhammad Hosni Sayyid Mubarak, tiene 82 años y es el presidente de Egipto desde 1981. Asumió el poder luego que Anuar el-Sadat fuera asesinado por radicales en octubre del mismo año.

Hosni Mubarak nació en 1928 en la ciudad de Kafr-El Meselha, en el seno de una familia burguesa y llegó a la política luego de su exitosa carrera militar en la Academia Militar Egipcia. En 1950 ingresó a la academia de la Fuerza Aérea.

“Tras formarse como piloto militar en la antigua Unión Soviética, alcanzó honores de héroe por su desempeño durante la última guerra árabe contra Israel, en octubre de 1973. Fue jefe de la Fuerza Aérea hasta 1975, cuando Anuar el Sadat lo nombró su vicepresidente”, indica el diario El País.

Desde entonces, se ha mantenido en el poder ejerciendo un gobierno de corte militar a pesar de que la Constitución egipcia establece instituciones democráticas. Ha sido reelecto en sucesivos plebiscitos en 1987, 1993, 1999 y 2005, arrasando siempre en las urnas.

Dentro de sus políticas, Mubarak ha mantenido un equilibrio entre la posición árabe tradicional egipcia y las buenas relaciones con Israel y los Estados Unidos, por lo que es considerado como un aliado en la región por este último país. Además durante su gobierno se dio la liberalización de la economía egipcia.

Preocupado por la muerte de su antecesor y como parte de su estrategia de lucha contra el terrorismo, ha mantenido al país bajo la ley de emergencia, suspendiendo derechos básicos reconocidos en la Constitución (entre ellos las libertades de prensa y asociación).

Su fuerte influencia como jefe de Estado ha debilitado la existencia de una oposición. Las protestas de la población de las últimas semanas se deben a la intención de Mubarak de participar nuevamente en las elecciones de setiembre.