Las calles de Lisboa, capital de Portugal, se saturarían de basura hasta el 5 de enero si sus trabajadores de limpieza mantienen detenidas sus funciones, como ya lo han hecho en tres jornadas (la última, hoy).
El proyecto municipal de privatizar el servicio de recojo de basura ha provocado que casi el 90% de los basureros respalden la protesta. A ellos se suman cerca de mil empleados municipales que también se han unido a los huelguistas, informó la agencia EFE.
La ciudad más grande de Portugal, donde habita el 27% de la población nacional, atraviesa un duro momento.
Aparte de los trabajadores del Ayuntamiento de Lisboa, los operadores del transporte público, funcionarios de Hacienda, magistrados, profesores y empleados del servicio de Correo, también han organizado varias huelgas parciales contra los recortes del gasto público indicó EFE.