En la escuela Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa todavía esperan a los estudiantes desaparecidos.
En la escuela Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa todavía esperan a los estudiantes desaparecidos.

Iguala se siente orgullosa de ser el lugar de nacimiento de la bandera mexicana.

Desperdigados por la poblacin hay murales del estandarte del Ejrcito Trigarante de la guerra de independencia, cuando, en 1821, los generales Agustn de Iturbide y Vicente Guerrero unieron fuerzas para enfrentar a los espaoles.

Hoy, el tricolor de la moderna bandera de Mxico que ondea sobre el palacio municipal de Iguala est ennegrecido y quemada.

En el patio central del palacio hay un montculo de sillas, yeso y archivadores cubiertos de ceniza.

Regados por el suelo, papeles y computadores destrozados.

Son los restos de las violentas protestas del 22 de octubre, cuando estudiantes furiosos, que demandaban respuestas sobre el paradero de sus 43 compaeros desaparecidos desde el 26 de septiembre, atacaron las oficinas gubernamentales con ccteles molotov.

LABORES DE LIMPIEZA Estos salones calcinados fueron, hasta no hace mucho, el asiento del poder de Jos Luis Abarca, el exalcalde de Iguala cado en desgracia y arrestado a principios de esta semana junto a su esposa, Mara de los ngeles Pineda, en Ciudad de Mxico.

Su reemplazo temporal, Oscar Antonio Chvez, quien visita las oficinas para constatar los daos, no quiere hablar del supuesto papel que cumpli su antecesor en la desaparicin de los 43 estudiantes a manos de la polica local.

No somos investigadores, replica sobre el sonido de vidrios que se quiebran y los taladros de los obreros.

Estamos enfocados en que esta administracin no fracase, algo que alguna gente mucha gente esperaba.

Lo nico que han conseguido quienes nos atacan es hacernos ms fuertes, agrega.

Pero si bien l y sus colegas pueden ser capaces de arreglar los destrozos dentro del edificio, la limpieza institucional que se necesita en Iguala va a ser mucho ms difcil.

En las esquinas y alrededor de la plaza principal se puede ver a policas federales y soldados, a cargo ahora de la tareas de seguridad en la poblacin, luego de que decenas de policas municipales fueran arrestados por los secuestros.

Algo similar ocurre a pocos kilmetros por la carretera principal, en la poblacin de Cocula, cuya fuerza policial segn dijo el Procurador General de Mxico recibi a los 43 estudiantes de sus contrapartes de Iguala.

De ah en adelante no est claro qu ocurri.

Sobre ambas poblaciones flota el espectro de las fosas clandestinas en las que, hasta el momento, se han encontrado 38 cuerpos.

Segn las autoridades, ninguno de ellos pertenece a los estudiantes.

CORR SIN DETENERME Sergio Ochoa tiene suerte de no ser uno de los desaparecidos. l acostumbraba a compartir un cuartito sofocante con siete compaeros en la escuela Ral Isidro Burgos en Ayotzinapa.

Seis de esos compaeros de cuarto estn ahora entre los desaparecidos.

Corr sin detenerme. Si lo hubiera hecho, me habran atrapado, explica en la cancha de baloncesto de la escuela donde estudia para ser maestro rural, rodeado por carteles y fotos de los desaparecidos.

En total ramos 14 los perseguidos (por la polica). Nos escondimos en las montaas, entre rboles y arbustos, por una hora. Bajamos al da siguiente, a las cinco de la maana.

Desde entonces Sergio ha estado al frente de los llamados por el retorno de sus amigos, as como de justicia para aquellos que fueron asesinados la noche del 26 de septiembre en Iguala.

Me muestra el altar del Da de los Muertos que an se yergue por las seis personas que fueron asesinadas por la polica esa noche.

Hay una foto de Julio Csar Mondragn, de 22 aos, conocido por sus amigos como Chilango, a quien sus captores le desollaron el rostro.

Pero an no pueden hacer duelo por los otros 43 mientras no se explique con claridad qu ocurri con ellos.

Me siento impotente, dice Sergio. Estoy furioso. Los quiero de vuelta con nosotros, en la escuela.

BSQUEDA PARALELA En Iguala, algunas personas estn tomando las justicia en sus propias manos.

En las afueras del palacio municipal, un grupo de autodefensas se prepara para otra bsqueda.

Han concentrado alrededor de un centenar de voluntarios para rastrillar las reas rurales con camionetas y palas, y excavar en los sitios que les sealen los lugareos.

Es un mtodo de bsqueda basado en informes, corazonadas y rumores, pero las autodefensas aseguran que es ms efectivo que la Polica Federal con sus helicpteros y drones.

Julia Alonso, la madre de un joven que se desvaneci hace siete aos en otro estado, lleg hasta Guerrero acompaando un grupo llamado Ciencia Forense Ciudadana.

Esta organizacin no gubernamental ofrece a los familiares de los 43 jvenes desaparecidos realizar pruebas de ADN en cualquier cuerpo que se encuentre en los prximos das.

S lo que es recorrer este camino, s por todo lo que estos padres han tenido que pasar slo para abrir una causa criminal. Slo para eso, sin mencionar encontrar a sus seres queridos.

Ante la insinuacin de que ella y las autodefensas van camino a una confrontacin con las autoridades debido a sus diferentes investigaciones, Julia es tajante:

Este es un trabajo que corresponde al Estado, pero slo donde haya un gobierno responsable.

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