El Papa Francisco dijo hoy que la Iglesia, que es santa, no rechaza a los pecadores, entre los que hay hombres y mujeres, así como también cardenales y pontífices.
Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella, para hacerla santa, explicó Francisco ante los miles de fieles que acudieron a la audiencia de los miércoles.
El Papa se refirió a los interrogantes que surgen cuando se piensa en las dificultades, problemas y momentos oscuros que ha atravesado la Iglesia a lo largo de los siglos.
Ante preguntas sobre ¿Cómo puede ser santa una Iglesia hecha de seres humanos, de pecadores? Hombres pecadores, mujeres pecadoras, sacerdotes pecadores, monjas pecadoras, obispos pecadores, cardenales pecadores, papas pecadores ¿Cómo puede ser santa una Iglesia así?, Francisco respondió que es santa porque procede de Dios.
El pontífice argentino rechazó la postura de aquellos que a lo largo de la historia afirmaron que la Iglesia es solo la Iglesia de los puros, de aquellos que son totalmente coherentes, y que el resto deben ser alejados.
¡Esto no es verdad! Esto es una herejía. La Iglesia es santa y no rechaza a los pecadores. No nos rechaza a nosotros. No rechaza porque llama a todos: acoge, está abierta también a los más lejanos. Llama a todo el mundo a dejarse envolver por la misericordia, por la ternura y la generosidad y el perdón del padre, afirmó.
Francisco invitó asimismo a los presentes a dejarse contagiar por la santidad de Dios, recordando que ésta no consiste en hacer cosas extraordinarias sino en dejar actuar a Dios y ayudar a los otros.