Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 los servicios de inteligencia de Estados Unidos crecieron de manera descomunal, según hoy el Wahington Post en su edicón online, tras nuevas filtraciones del informante estadounidense Edward Snowden.
De acuerdo con los nuevos datos, el presupuesto para programas de vigilancia y espionaje ascendió a 52.600 millones de dólares (39.700 millones de euros).
El documento de 178 páginas, un informe altamente confidencial, ofrece por primera vez una visión detallada de las prioridades, objetivos y problemas de los servicios secretos con sus 107.000 empleados.
El informe presenta a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como la mayor organización gubernamental de espionaje, cuyas operaciones se estiman en aproximadamente 14.700 millones de dólares.
Por su parte, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, que está siendo criticada tras las revelaciones de Snowden por sus presuntos programas de espionaje, cuenta con un presupuesto de 10.300 millones de dólares.