El Gobierno británico, acusado de coartar la libertad de prensa, dijo el martes que la policía estaba en lo correcto al detener a la pareja de un periodista si consideró que podría haber vidas en riesgo con el traslado de datos provistos por Edward Snowden, el fugitivo ex contratista de seguridad estadounidense.

Ante las quejas diplomáticas, luego de que la policía detuviera por nueve horas a la pareja brasileña del periodista del The Guardian Glenn Greenwald, el Ministerio del Interior dijo que los funcionarios tenían autoridad para tomar medidas de seguridad.

La secretaria del Interior Theresa May dijo que la policía detuvo a David Miranda en el aeropuerto de Londres por procedimientos antiterrorismo que permiten tomar acciones para evitar que información robada llegue a manos de extremistas.

El material brindado por Snowden, y publicado por The Guardian, reveló las extendidas prácticas de vigilancia de Estados Unidos y Gran Bretaña sobre redes globales de telecomunicaciones.

Es absolutamente cierto que si la policía cree que alguien está en posesión de información robada altamente sensible que podría ayudar a terroristas, que podría poner vidas en riesgo, la policía puede actuar y eso es lo que la ley les permite hacer, dijo May a la cadena BBC.

Agregó, sin embargo, que se estaba realizando una revisión independiente sobre la conducta de la policía.

Como ministra del Interior, May dijo que fue informada con antelación de que Miranda podía ser detenido pero destacó que no decidía este tipo de medidas. Estados Unidos que acusa a Snowden de espionaje dijo que Londres le anunció previamente el arresto pero que no pidió que se interrogara a Miranda.

Un abogado británico que presentó una demanda en representación del brasileño cuestionando la base legal de la detención dijo que la policía le incautó una computadora portátil, un teléfono, memorias USB, un disco duro y una consola de juegos. Miranda fue liberado sin cargo tras rebasar el límite de tiempo para esta clase de arrestos.

Miranda estaba en tránsito en el aeropuerto de Heathrow y portaba material de Snowden que estaba siendo enviado a través de la documentalista estadounidense establecida en Berlín Laura Poitras a Greenwald, el periodista del The Guardian que actualmente vive en Río de Janeiro.

Estos artículos contienen material confidencial periodístico y no deberían haber sido incautados, dijeron los abogados de Miranda en una carta enviada a May y a la policía.