En un mensaje a la nación la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció una serie de reformas que incluye mejorar e incrementar la inversión en la educación y los servicios de salud pública, así como la lucha contra la corrupción y un plan de movilidad urbana.
Los anuncios los dio tras una semana de violentas protestas en un contexto donde Brasil es anfitrión de la Copa Confederaciones 2013.
La presidenta habló de “un gran pacto en torno a los servicios públicos” y la “formulación de una reforma política”, y para ello anunció que invitará a los gobernadores y alcaldes, así como a los líderes de las manifestaciones.
“Necesitamos oxigenar nuestro sistema político, encontrar mecanismos que hagan a las instituciones más resistentes a los errores y más permeables a las necesidades de la sociedad”, dijo Rousseff.
Por ello se refirió a la lucha contra la corrupción y su interés por mejorar la ley de acceso a la información que debe ser ampliada para todos los poderes de la República. Es el poderosos instrumento del ciudadano para fiscalizar. Es la mejor forma de combatir la corrupción, dijo Rousseff.
Entre las reformas indicó que realizarán un plan nacional de movilidad urbana y el cien por ciento de los recursos por ingresos del petróleo los destinará a la educación nacional, proyecto que envió al Congreso. También habló de contratar médicos del extranjero para mejorar el sector salud.
Sobre las recientes manifestaciones violentas, dijo que hará respetar el orden y la democracia. “Tengo la obligación de oír la voz en las calles así como dialogar con todos los segmentos pero siempre dentro de la ley y el orden indispensables para la democracia”, dijo.