El parlamento de Rusia aprobó hoy en primera lectura la ley que sanciona con hasta tres años de prisión la blasfemia, menos de un año después de que el grupo de música punk Pussy Riot grabara una canción en una conocida iglesia de Moscú contra el ahora presidente Vladimir Putin.

Además, se penalizará con cinco años de cárcel el daño de bienes de culto, según informó la agencia de noticias rusa Interfax.

Hasta la fecha, las ofensas religiosas se consideraban como una alteración al orden y se sancionaban con una multa. Los críticos del Kremlin consideran que esta ley constituye un nuevo recorte de los derechos, para así presionar a la sociedad civil.

El año pasado, dos cantantes de la banda Pussy Riot fueron condenadas a dos años de trabajo de campo por bandidaje debido a motivos religiosos. La tercera está en libertad condicional. Los juristas consideran que la acusación cuenta con una argumentación de emergencia. Incluso la Iglesia ortodoxa rusa se quejó por la ausencia de una ley correspondiente.