“Necesitamos armas de artillería, municiones, tanques modernos, misiles de largo alcance y aviones de combate modernos”. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha reforzado enérgicamente en las últimas semanas su pedido de armamento pesado a sus aliados de Occidente, que, hasta ahora, se muestran reticentes a aceptar las demandas de Kiev.
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Casi un año después de la invasión rusa a Ucrania, no se vislumbra el final del conflicto y las partes involucradas aumentan la presión. El gobierno de Zelensky -que ya había se dirigido la semana pasada al Consejo Europeo- reiteró este martes 14 ante los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) su solicitud de aviones caza y misiles de largo alcance a los países occidentales, en momentos en que Rusia sigue afianzando sus posiciones en el este de Ucrania.
La petición fue escuchada por el Grupo de Contacto sobre Ucrania (conocido como ‘Grupo Ramstein’). En la reunión, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró que la prioridad es “abastecer a los ucranianos de las armas que les hemos prometido para mantener su capacidad de defensa”. Pero no existe consenso sobre las últimas peticiones ucranianas.
Aunque Occidente se ha comprometido entregarle a Ucrania tanques de combate alemanes Leopard, estadounidenses Abrams y británicos Challenger, Washington ha sido claro en que no dará cazas a Kiev. Detrás de esta negativa se han citado los temores a que un mayor armamento se utilice para atacar territorio ruso, lo cual tendría como resultado una escalada inminente del conflicto.
El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, defendió el apoyo necesario en la artillería, la defensa antiaérea y autos blindados, pero no mencionó los aviones de combate en el suministro de armas. Su homólogo alemán, Boris Pistorius, enfatizó que temas como la defensa aérea y el reabastecimiento de municiones “son mucho más importantes en este momento que la discusión sobre los aviones de combate”. Solo Gran Bretaña y Países Bajos se muestran abiertos a estudiar la posibilidad.
De hecho, Estados Unidos y sus aliados y socios de la OTAN se mostraron más preocupados por la gran cantidad de munición que necesita Kiev, algo que implica el reto de mantener un suministro constante a Ucrania sin mermar sus reservas.
Stoltenberg ha admitido que el hecho de que Ucrania esté utilizando más municiones de lo que la OTAN puede producir “está agotando nuestras reservas y poniendo bajo presión a nuestras industrias de defensa”.
Las preocupaciones de Kiev
Hasta ahora, Occidente se ha mostrado reacio a entregar aviones de combate, por temor a provocar una escalada con Moscú. Del otro lado, para Ucrania esta ayuda es esencial y ha advertido que el tiempo apremia.
Ucrania afirma que aviones de combate F-16 del fabricante Lockheed Martin, uno de los modelos más extendidos en el mundo y que tienen numerosos países europeos, le ayudarían a terminar con la “agresión rusa”.
Otras opciones serían los Mirage 2000-C de Francia, pero, en cualquier caso, habría que acondicionarlos y dedicar varios meses a la formación de pilotos ucranianos, cuya flota se compone exclusivamente de Mig soviéticos.
Otra preocupación para Kiev es contar con suficientes municiones. Según estimaciones citadas por la agencia Associated Press, Ucrania emplea hasta 6.000 o 7.000 proyectiles de artillería al día, en torno a un tercio de lo que utiliza Rusia en una jornada. El problema es que Ucrania gasta la munición más rápido de lo que pueden surtirla sus aliados.
Kiev también ha insistido en la necesidad de combatir los drones rusos. Desde octubre del año pasado, Rusia ataca sistemáticamente las centrales y transformadores eléctricos ucranianos, con sus misiles y drones, sumergiendo a la población en el frío y la oscuridad.
Francia e Italia se comprometieron recientemente a entregar a Kiev un sistema de defensa antiaérea tierra-aire de medio alcance MAMBA, para ayudar a Ucrania a defenderse de los ataques de drones, de misiles y de aviones rusos.
El analista internacional italiano Francesco Tucci recuerda que ya se ha hablado del comienzo de una nueva ofensiva rusa y que esta no es solo terrestre.
“Parece que la Fuerza Aérea rusa ha movilizado muchísimos cazabombarderos en vista de un ataque contundente que podría ocurrir en los próximos días, según varios medios internacionales. Por ello, el presidente ucraniano quiere armas y quiere armas pesadas, artillería, tanques y cazas que le permitan prevalecer”, dice a El Comercio.
Explica, además, que la petición representa un problema porque enviar cazas occidentales a Ucrania no es tan sencillo. Se debe entrenar a los pilotos y es un proceso que requiere tiempo. Otro problema es que las pistas de aterrizaje en Ucrania están en pésimas condiciones.
“Es evidente que a Ucrania le ayudaría muchísimo tener todo lo que está pidiendo, sobre todo tener más artillería de largo alcance, tanques que le ayuden en la movilidad tanto defensiva como de ataque. Lo que necesita también y lo está pidiendo desde hace tiempo es un sistema de ataques antiaéreos que permita le protegerse de los bombardeos rusos. Esto podría ser una solución al tema de los cazas”, dice.
“Si Occidente no quiere entregarlos podría fortalecer la capacidad ucraniana de interceptar tanto aviones como misiles. Esa podría ser una opción”, añade.
¿Tensión entre los aliados?
En este contexto, considera Tucci, aumentan las probabilidades de tensiones entre Kiev y Occidente, pero también entre los mismos socios de la OTAN.
Explica que hay dos posiciones respecto al envío de cazas a Ucrania, una de Estados Unidos y otra de Alemania. Por un lado, apunta, Estados Unidos no quiere brindar armamento de largo alcance porque hay una línea roja que le ha puesto a Ucrania y es que no hay que atacar suelo ruso, aunque, poco a poco Washington ha ido reduciendo estas reticencias. Del otro lado, Alemania sigue oponiéndose fuertemente, pero por razones diferentes.
“En el caso de Alemania no es el temor a que se ataque el territorio ruso. Berlín no quiere figurar entre los países que brindan armamento pesado por la dependencia que tiene del gas ruso y las relaciones económicas con Rusia. Es más, un tema político y económico, mientras que en el caso de Estados Unidos es un tema estratégico para evitar una escalada”, señala el experto.
Recuerda que ya existen varias tensiones entre los aliados, sobre todo en cuanto a los cazabombarderos. “Realmente se habla mucho del F-16, el caza polivalente norteamericano que ya tiene varios años de servicio. Hay algunos países de la OTAN que están a favor de enviar a Ucrania el F-16, pero hay reticencias de Estados Unidos y otras naciones, habrá que esperar a ver si las posturas se acercan”, concluye.
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