La hija de Donald Trump, Ivanka Trump, trabaja en la Casa Blanca a pesar de la ley antinepotismo de Estados Unidos. (Foto: AFP)/ MANDEL NGAN

Redacción EC

Desde finales de junio el presidente de , , determinó mediante una nueva orden ejecutiva que para contratar a funcionarios en puestos federales reemplazará la “contratación basada en títulos” por “contratación basada en habilidades”. Esto fue celebrado por su hija y asesora , inmediatamente levantó críticas en las redes sociales donde la llamaron “Barbie Nepotismo”.

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En 1967 el Congreso de Estados Unidos creó la . Esta norma fue hecha para evitar que los presidentes caigan en la tentación de rodearse de familiares cuando tienen que otorgar cargos en el círculo del Poder Ejecutivo. Ya que estos puestos suelen ser para la toma de decisiones y sin el filtro adecuado podrían caer en manos de personas con poca o nula experiencia.

Pese a que esta norma existe hace 53 años en , el presidente Trump parece no darse por enterado. Incluso cuando recibe una ola de críticas en medios locales y redes sociales al mantener a su hija Ivanka y a Jared Kushner, su yerno, como asesores presidenciales.

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Ivanka Trump, la “Barbie Nepotismo”

Como se sabe Ivanka y su esposo son asesores presidenciales. Para este puesto, según medios locales, no poseen experiencia de trabajo en el sector público ni capacidades profesionales para el ejercicio de sus cargos. Sin embargo, con el reciente giro que la norma ejecutiva de contrataciones en puestos federales podría verse beneficiada.

Por su parte, Ivanka fue quien acompañó a su padre a anunciar el lanzamiento de la directiva. Incluso lo publicó en sus redes sociales, desde donde varios usuarios la bautizaron como la “Barbie Nepotismo”. Ya que, según señalan los internautas, “la única habilidad que tiene es la de ser hija del presidente”.

“Estamos modernizando la contratación federal para encontrar candidatos con las competencias y conocimientos relevantes, en lugar de simplemente reclutarlos según los requisitos de grado”. precisó la hija de Donald Trump en una conferencia de prensa.

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Casi le cuesta la cabeza a Melania Trump

Lo que se esperaría de cualquier presidente de Estados Unidos es que al llegar al poder se instalara en la Casa Blanca y que el único miembro de su familia en un puesto oficial sea la Primera Dama. De alguna manera Trump hizo lo propio con Melania, su esposa, para cumplir con dicho protocolo.

Sin embargo, el actual mandatario estadounidense se excedió al llevar consigo a una de sus hijas y el esposo de esta al ala Oeste de la Casa Blanca. Este capricho por poco le cuesta el puesto a la Primera Dama, quien debió ponerse firme ante Ivanka Trump para no perder sus privilegios.

Se sabe, gracias al libro “The Art of Her Deal” de la periodista Mary Jordan, que Ivanka Trump en su afán conquistador trató de que su padre le cambiara el nombre a la Oficina de la Primera Dama por el de la Oficina de la Primera Familia. Según los hallazgos de la autora y ganadora del Premio Pulitzer, con esta maniobra la hija favorita de Trump buscaba incluirse en dicha oficina y acceder al presupuesto destinado para la esposa del presidente de Estados Unidos.

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