En el quinto día de protestas del paro agrario que acatan trabajadores agroindustriales en Ica, quienes exigen la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria, la Conferencia Episcopal Peruana se ofreció como mediadora para promover el diálogo entre las autoridades y representantes de los trabajadores.
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En un comunicado, la conferencia expresó su preocupación por la actual situación los últimos acontecimientos en diferentes partes del país. “Entendemos que existen reclamos legítimos por parte de la población trabajadora, pero no debemos permitir ni avalar que se promueva la violencia y el irrespeto a los derechos de las personas y de las empresas”, señaló.
En esa línea expresó su confianza en que el diálogo constituye el único camino para solucionar esta problemática. Por ello, exhortó a todas las partes, trabajadores, empresarios y representantes del Estado, a promover los espacios y decisiones necesarios “para llegar a un acuerdo que ponga fin al caos, pero también a las diversas formas de explotación laboral”.
Además, la Conferencia Episcopal indicó que es urgente que el Congreso de la República, revise cuidadosamente el marco normativo laboral agrario, con la finalidad de desarrollar una legislación que permita generar trabajo con condiciones y salarios dignos.
“Con el objetivo de ayudar a promover una mesa de diálogo, la Conferencia Episcopal Peruana a través de su Primer Vice-Presidente, el Emmo. Cardenal Pedro Barreto Jimeno SJ, Arzobispo de Huancayo y con el Excmo. Monseñor Héctor Vera Colona, Obispo de lca, ofrece sus buenos oficios en la Región lca, centro de las protestas, a fin de buscar una solución pacífica y armoniosa”, agrega el pronunciamiento.
La protestas que empezaron en Ica se han extendido al norte del país, en donde trabajadores de las empresas agroexportadoras bloquearon al menos tres puntos del tramo situado a la altura del kilómetro 515 de la carretera Panamericana Norte, en la provincia de Virú.
Mientras, la protesta en Ica, la región donde empezó el paro agrario, la mesa de diálogo instalada entre los trabajadores y las empresas agroindustriales concluyó sin llegar a un acuerdo.