Según registró la Capitanía de Puerto de Callao, el domingo 29 de octubre del 2000, a las 3:30 de la madrugada, partió del Yacht Club el velero Karisma. Formaba parte de una flota de diez naves que se alistaban a participar en una regata en Salinas, Ecuador. Su capitán era Florencio Antón Paiva (Fidencio) como tripulante y llevaba a Alicia Carranza como única pasajera. Sin dejar constancia oficial, en su interior también iban Vladimiro Montesinos, el mayor Alejandro Montes, el capitán Javier Pérez y el técnico Manuel Túlume.
LA PRIMERA PARADA Entre el sábado 4 y el domingo 5 de noviembre llegan a la isla Santa Isabela, en Galápagos. Los esperaba Aurora Mejía que había hecho las coordinaciones para la estadía.
LA SEGUNDA PARADA Entre el viernes 17 y el sábado 18 de noviembre, el grupo, sin la presencia de Alicia Carranza que decide regresar, llega a la isla Coco, Costa Rica. Montesinos, Lizier y Aurora Mejía, coordinan a través de un teléfono vía satélite con el amigo venezolano del ex asesor para preparar su partida a Venezuela.
EL GRUPO SE SEPARA Entre el jueves 23 y el viernes 24 de noviembre el grupo parte en el Karisma hacia Costa Rica. En el camino, Montesinos, Aurora y Lizier abordan otro velero con la intención de llegar a Venezuela. Los demás pasajeros retornan al Perú.
LA CAPTURA El 23 de junio del año siguiente fue capturado Montesinos en una localidad venezolana. Cuatro meses después llegó a Lima acompañado por el técnico Túlume y dos abogados. Llega en un avión procedente de Panamá a la base aérea de Pisco desde donde abordó un helicóptero con destino a la Aviación del Ejército en Lima.
DE KARISMA A GYPSY El procurador Julio Arbizu contó hoy a El Comercio que luego de servir para la huída de Montesinos el Karisma fue transferido a una persona. Hay una sociedad comercial que se hizo de la propiedad del velero y transformó la matrícula que tenía registro peruano, por una matrícula ecuatoriana. Se le cambió el nombre al velero. Se llamaba Karisma en el Perú, se le puso Gypsy acá, indicó.
Luego de eso se le perdió de vista hasta hace unos tres o cuatro años. Una vez que se tuvo conocimiento de que había un velero acá (en Ecuador), que correspondía a las características del Karisma, la procuraduría pidió que se constituyeran peritos para que verifiquen si esta nave era o no el Karisma. Finalmente eso se confirmó, señaló.
Se prevé que la nave pase a manos de la Comisión Nacional de Bienes Incautados (CONABI) que decidirá su venta.
QUÉ OCURRIÓ CON LOS CÓMPLICES Arbizu contó que hay una condena contra el señor José Lizier Corbetto, que era el propietario de la nave. Se le impuso 6 años de pena privativa de la libertad y una reparación civil de 100 mil soles. En su momento también se ordenó el decomiso de la nave.
El velero Karisma ya navega hacia el Perú