Desde las galerías del Congreso, dos correligionarios de Acción Popular acompañaron a Manuel Merino a la juramentación en el cargo: Raúl Diez Canseco y Víctor Andrés García Belaunde. En las tendencias internas, Merino se ubica en el bloque de centro-derecha junto a ellos.
Las facciones internas de AP han colisionado ante la juramentación de Merino como nuevo presidente. Unos acusan de fujimoristas a otros, y los otros de vizcarristas a los unos. Pero estas posiciones son personales, pues el partido no zanjó una postura ni tiene un liderazgo claro.
Antes de ingresar al Palacio Legislativo, Diez Canseco dijo que este era momento de unión y de despejar las ideas sobre un abuso de poder o la interrupción de las elecciones. No descartó integrar el nuevo Gabinete de Merino, a quien lo une una larga amistad y su devoción católica.
García Belaunde apoya a Merino con un espíritu anti-Vizcarra: “Partiendo de que es un hecho constitucional, ha habido una decisión soberana que hay que respetar. El Perú no soportaba ser gobernado por un ‘coimero’”.
Los Del Águila también están en este sector. Edmundo del Águila Herrera, precandidato presidencial del partido, respaldó la decisión tomada por la mayor parte de la bancada, y rechazó las “expresiones infraternas” de algunos críticos internos. “Cada día que pasaba aparecían indicios nuevos de corrupción por parte del presidente, salidos de su propio entorno”, justifica el excongresista. Su padre, Edmundo del Águila Morote, responsabilizó a Vizcarra de la confrontación entre poderes.
¿Existe sangre en el ojo en los excongresistas que fueron disueltos por Vizcarra? Del Águila dice que no: “en política existen sentimientos, no resentimientos”.
Un grupo de legisladores de AP acompañó ayer a Merino a Palacio de Gobierno, donde expresaron su respaldo a la gestión. Ingresaron a tomarse fotos y llegaron hasta la Presidencia del Consejo de Ministros.
Al otro extremo se encuentran Yonhy Lescano, precandidato presidencial, y Mesías Guevara, presidente de AP. Lescano ha calificado la decisión como irresponsable y ha rechazado el voto a favor de los miembros de la bancada de su partido.
Guevara, como gobernador regional de Cajamarca, ha mostrado su rechazo a reconocer a Merino como presidente. Le ha solicitado al presidente de la Asociación Nacional de Gobiernos Regionales que sean los portavoces de sus pares con el gobierno. “Sin ser clarividente, yo había dicho que todo lo que hagan los congresistas va a repercutir de manera negativa en el partido, y eso se viene dando", dice.
Luis Alberto Velarde, precandidato a la vicepresidencia en la plancha de Lescano, dice que “el Congreso está lleno de legalidad, 105 votos, pero necesitábamos más legitimidad, que la opinión pública se sintieran debidamente representados por la decisión”. Ellos no comparten ni la oportunidad ni la forma en la que se ha llegado al final del gobierno de Vizcarra.
En una posición intermedia, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, indica que para él la vacancia no era la mejor solución a la crisis, pero que ahora se debe buscar construir hacia el futuro. “[Merino] tiene que evitar que no haya repartija [en el Gabinete], que se aseguren las elecciones del 11 de abril”, dice.
Muñoz fue invitado a la toma de mando, pero no asistió por tener un evento programado con comerciantes de La Parada. En el partido, nadie le pidió su opinión sobre este tema, pese a que él la expuso a través de los medios.
Estas posiciones –recogidas por este Diario– son personales. Desde que el tema de la vacancia de Martín Vizcarra entró en la agenda del Congreso, la dirigencia de AP no tomó una decisión partidaria sobre el asunto. No se convocó a un plenario nacional para ver el tema ni se abordó en el Comité Político. Los voceros ni la bancada tampoco se acercaron para recibir una opinión. Una desconexión absoluta.
Esto tiene dos grandes motivos. De un lado, AP no tiene un secretario nacional con mandato vigente. Mesías Guevara ejerce la presidencia, pero el sector contrario a él le resta autoridad, pues tiene un mandato vencido. Su relación con la bancada es bastante débil.
De otro lado, explica el vocero alterno Ricardo Burga, los parlamentarios tampoco consideraban que la moción de vacancia iba a alcanzar los votos.
El peso real de cada sector del partido es una incógnita, pero que en la práctica debería zanjarse con el triunfo de uno de los precandidatos que representen estas tendencias en las elecciones internas de fines de noviembre.
En medio de las pugnas, el nombre del expresidente de la transición Valentín Paniagua ha sido usado para compararlo con Merino. Su hija, Patricia Paniagua, ha rechazado esta comparación: “La sucesión constitucional que llevó a la conducción del país a un demócrata a carta cabal, sin haberlo buscado, y con el único propósito de servir al país, no resiste comparación alguna con este escenario infame, marcado por el oportunismo, la mezquindad y las componendas”.
¿Es comparable? García Belaunde no quiere entrar en esa discusión, pero para él Merino está más capacitado que Vizcarra. En cambio, para Guevara esto solo caricaturiza al expresidente, pues la coyuntura es distinta. “El 2020 no es el 2001, y Merino no es Paniagua”, dice.
Podrían no presentar plancha presidencial
García Belaunde ha propuesto que el partido debería evaluar no presentar candidato presidencial, tal como se hizo en el 2001. Entiende bien que esta situación podría llevarlos a fracasar en el intento de pasar la valla electoral ante la ausencia de una locomotora electoral, pero sería la mejor alternativa que tienen.
Del Águila señala que esta podría ser una alternativa a considerar para no afectar la neutralidad de las elecciones ni la imagen del partido. El plenario de la agrupación debería ser el que tome la decisión final.
En cambio, Guevara y Velarde señalan que esta no es una alternativa viable. “Hay una situación de intentar que Lescano, que le lleva mucha ventaja a su candidato que es Barnechea, no sea el candidato de Acción Popular”, dice Velarde.
Más información
Ayer, Merino recibió un agasajo en el Salón Dorado y el Salón Tupac Amaru del Palacio Legislativo. Allí estuvieron los congresistas José Luna, Aron Espinoza, Cecilia García, Robinson Gupioc (Podemos Perú), César Gonzales (Descentralización Democrática), así como militantes de Acción Popular.