Cuando la creatividad y pasión priman, el resultado entusiasma. Esto ocurrió cuando nos enteramos sobre la nueva carta de Carnaval, el reconocido bar de Aaron Díaz ubicado en San Isidro. “Alquimia IV: El mundo imaginario de Lanfranco Díaz” es el nombre de esta propuesta disruptiva que celebra al Perú, sus ingredientes e historia por todo lo alto. Provecho degustó parte de la carta y aquí te contamos todo sobre el exhaustivo proceso de creación, los sabores que no te puedes perder y los complementos perfectos para disfrutar.
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En Carnaval la dinámica con las cartas apuesta por explorar inspiraciones constantemente, por lo que los cambios son anuales. “Tuvimos una carta en 2018, 2019 y lo retomamos en 2022 por la pandemia. En 2023 lanzamos una carta que celebraba los grandes éxitos de las otras tres cartas. Pero, curiosidamente, este menú en particular me ha tomado más tiempo de lo normal, ha salido un año y medio después”, explica el creador de este bar.
Esta propuesta rompe con los esquemas porque Aaron lo define como un “despertar creativo”, en el que se dispuso a crear una historia compleja, con tradiciones y folklore que requería tiempo para ser desarrollada. “Es en ese camino que busco a Rafael Lanfranco, un artista plástico peruano. Lo invito a unirse a este equipo de trabajo, porque no soy yo solo con mis ideas. El equipo de Carnaval, con J y Raúl y todos los bartenders, los encargados de la estética, el branding y el marketing, es un esfuerzo grupal que tomó su tiempo, pero valió la pena”, admite con orgullo el director creativo.
“Alquimia IV” es el esfuerzo y trabajo de más de 60 personas donde el equipo de Carnaval y sus aliados apostaron por ir más allá de un concepto atractivo y bien logrado, para crear un mundo al cual entrar tras cruzar la puerta del bar.
Faltaba encontrar a quien se encargara de la vajilla, una creación particular debido a la historia de travesías, magia y la aparición de los 8 guardianes del Perú, figuras importantes en la trama que nos presentan a los comensales. “Estuvimos buscando quién podía hacer esto físicamente, vimos varios artistas locales y creo que pensaban que era muy complicado. En ese momento, Rafael (Lanfranco) me dice que la persona indicada era Eddie Mérida, que venía de una familia de artistas cusqueños. Así, continuamos con el proyecto”, recuerda Díaz.
Una travesía por nuestro país
Lanfranco Díaz es el personaje creado para dar vida a esta carta. “Es un aventurero, historiador y antropólogo peruano que dedicó su vida a la búsqueda de la verdad. Esta es una historia que cree y durante sus viajes de muchos años descubre poco a poco a los guardianes del Perú. Son seres místicos y míticos que nos han ido guiando, desde la cultura Caral. Vamos pasando por la cultura pre Inca, la Wari y también exploramos tiempos más actuales” comenta Aaron Díaz.
La carta consiste de ocho guardianes principales, cada uno con una historia curiosa por conocer, una personalidad y objetivos específicos. “Fueron creados para cuidar sus entornos, cada ciudad a la que pertenencen y cada uno reúne insumos específicos de las zonas en los cócteles. Lanfranco los descubre, pero es durante los viajes que realiza que desaparece y solo se encuentra una bitácora con sus principales descubrimientos”, narra el dueño de Carnaval.
Los cócteles inspirados en guardianes son: “Shadi” (Caral), “Gastón” (Lima Metropolitana), “Koffi” (Cajamarca), “Raymi” (Cusco), “Ayahuasca” (Loreto), “Sócrates y Platón” (Madre de Dios), “DJ Momo” (Arequipa) y “Gaia” (Áncash).
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La experiencia se completa con Las rutas de Lanfranco Díaz, un menú de degustación que consta de 6 medios cócteles representativos de 6 departamentos del Perú. Cada cóctel cuenta con el nombre de una provincia y la experiencia se complementa con una explicación detallada y precisa por parte del equipo de Carnaval. La carta presenta los cócteles: “Viaje a Junin” (4,107 msnm), “Viaje a Ica” (406 msnm), “Viaje a Ayacucho” (2,761 msnm), “Viaje a Puno” (3,827 msnm), “Viaje a Ucayali” (120 msnm), y un último “Viaje a La Libertad” (34 msnm).
La carta se complementa con una sección de cócteles clásicos de Carnaval, además de una selección de 16 cocteles clásicos. Finalmente, la carta de piqueos también fue mejorada, incorporando opciones deliciosas para acompañar la experiencia.
Nuestra experiencia
Podríamos dedicarle un ensayo entero a describir los sabores y la experiencia degustando la carta completa, pero comentaremos algunos puntos que resaltan lo suficiente como para intrigarlos. La idea es que se conozca un poco de lo que se vive en el mundo creado por Aaron y su equipo sin quitarle la magia que ofrece.
Nuestro guardián favorito fue Gastón, un cóctel frutado y juguetón que nos invita a probar texturas interesantes, ver un pequeño espectáculo cuando la bebida llega a la mesa y divertirnos. La base es gin, que se combina con guanábana, piña, Avelino Rosa y tumbo. Se sirve con una gelatina de chocolate, que simula ser un delantal de cocinero, que se puede probar a medida que se deguste la bebida.
Para los que preferimos las opciones de perfil refrescante, el Ayahuasca es perfecto. Se prepara con ron, camu-camu, Carnaval 7 raíces, sachaculantro y palo santo. Si bien se trata de un cóctel fresco, no deja de resaltar el sabor ahumado y curioso de las hierbas, que recuerdan precisamente a la despensa amazónica. En la escultura en que se sirve, se colocan con gran maestría detalles de jarabes dulces, que se deben lamer para empezar a beber.
La degustación de 6 medios cocteles es ideal para compartir entre varios si se quiere o también puede ser una experiencia personal donde los sabores que contrastan, las texturas interesantes y las presentaciones curiosas hacen de la visita una muy especial. El preferido fue el 4to viaje: Puno con gin, sachaculantro, manzana, haba tonka y matacuy. Otro que volveríamos a pedir es el 2do viaje: ica, con pisco, macambo, aguaymanto, leche de canela y toques de limón tahití.
Para picar, entre las nuevas opciones encontramos el Sando Beef, un delicioso sánguche de lomo fino en pan brioche crujiente, con ajo asadoy alioli. Es el bocado decadente y perfecto para acompañar cócteles potentes, que requieran una comida fuerte que los sostenga. Las croquetas de grana padano son perfectas para compartir, con toques dulces gracias a la jalea de sauco y arándanos con que se sirve. Finalmente, el Yakiton es una suculenta panceta de cerdo servida con hongo portobello, salza ponzu y un acompañamiento de encurtido de vegetales que le cae muy bien.
Desde la música que se escucha hasta el hielo creado especialmente para cada cóctel, Carnaval nos presenta una atención al detalle impecable que permite a los visitantes adentrarse en un mundo curioso, muy nuestro y que nos invita a desconectarnos por un momento y disfrutar la coctelería conceptual que caracteriza a este bar. Una experiencia inolvidable, divertida, sabrosa y bien pensada que repetiríamos.
Carnaval se encuentra en Av. Pardo y Aliaga 662, San Isidro. Atienden de lunes a jueves, de 5 p.m. a 12:30 a.m. y viernes y sábados, hasta las 2:30 a.m. Puede conocer más sobre la nueva carta y propuesta en el Instagram @carnavalbar
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