Empezaron con un hornito, y como era pequeño, una pizza convencional no entraba en ese espacio; así que decidieron hacerla rectangular y cortarla en pequeños cuadrados. 10 años después, esa forma de hacer pizza los diferencia del resto de restaurantes de Lima. Veggie Pizza ha pasado por algunos cambios durante esta primera década, pero siempre ha mantenido su esencia: ofrecer comida saludable a sus clientes.
La historia
El 2012 fue un año complicado para los cuatro hermanos Melgar. Mario, Jose, Juanfran y Miguel por azares de la vida se vieron obligados a regresar a casa de su madre. Todos retornaron a sus antiguas habitaciones, su lugar seguro, el cual les permitió reencontrarse y explorar en la alimentación saludable, pues, uno de los hermanos, quien estuvo viviendo en Dinamarca, se encontraba mal de salud.
“Mi hermano Mario se hizo un chequeo preventivo y el doctor, muy directo como son los daneses, le dijo: tiene todo fuera de los niveles, tu colesterol está alto, tus triglicéridos, tus transaminasas, si sigues así no vas a vivir mucho. Esa última frase se le quedó grabado y entre los cuatro hermanos quisimos ayudarle”, recuerda Miguel Melgar, co fundador y chef de Veggie Pizza.
Miguel decidió volver aprender a cocinar, pero esta vez con productos saludables. El recuerda que cuando estudió publicidad en Argentina, aprendió mucho de cocina, de parrilla. Era algo muy normal para él, ir al mercado y comprar ingredientes para cocinar mucha carne. Pero con el diagnóstico de su hermano decidió dejar todo eso, pues, está comprobado que la carne roja (por la cantidad de grasas saturadas que tiene) empeora los niveles de colesterol.
El cocinero recuerda que le hacía una versión más saludable de las clásicas gaseosas. Relata que con agua gasificada y jugo de uva borgoña, podía imitar a la Fanta de Uva, y ese fue solo el inicio. Luego, entre los cuatro, entrenaban y casi sin querer en la cocina de su mamá nació Veggie Pizza. Todo con el objetivo de una mejor salud, sabían que para que su hermano mejorara tenían que todos en la casa comer de la misma forma.
“Una lasaña hecha con salsas sin grasas, con verduras. Ese era el truco. Comer lo de siempre, pero en versión saludable. Entonces, mi hermano seguía comiendo lo que le gustaba, seguía comiendo pastas, pizzas, hamburguesas, pero todo con ingredientes vegetales, y es ahí donde empieza a bajar de peso. En dos años, perdió 50 kilos. Empezamos a correr carreras de 5 km, luego de 10 km, después una media maratón”, comenta.
Las pizzas las hacían para sus amigos y familiares, y tenían buena acogida; así que decidieron abrir un espacio en Barranco. Poco a poco, sacaban más sabores, en donde los vegetales eran los protagonistas. Ellos ya habían escuchado que una alimentación basada en plantas o vegetariana podría ser un aliado para bajar los niveles de colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. Miguel confirmó esto no solo con los resultados de su hermano mayor sino con toda la evidencia que había encontrado en Internet. Ese era el camino.
Luego, la salud se fusionó con el concepto de “Ahimsa”, que significa la “no violencia y el respeto a la vida”. “Me chocó bastante de entender eso, el concepto de no violencia. Tomar conciencia que ejercemos violencia también sobre los animales y yo decidí llevar una alimentación sin insumos de origen animal, por completo”, comenta el chef.
Los 10 años
“Siento como si hubiese pasado solo dos años y ya han pasado 10 años”, comenta Miguel. “Cada uno estaba en otra cosa, con diferentes carreras y todos terminando en esta pizzería. Cuando abrimos en el 2013, lo vegano y vegetariano no era tendencia, era algo raro y ajeno. Cuando decíamos que abriríamos algo así, nos decían que estábamos locos, que no funcionaría, que incluyamos algo con jamón, pero dijimos que no”, comenta el chef.
Al final, como indica Miguel, querían ser coherentes, cuidar su salud y al medio ambiente, así que hicieron una carta 100% libre de carnes. En la actualidad, tiene queso de vacas de libre pastoreo y queso vegano a base de cajus. El resto de comida, como las entradas, platos fríos y los próximos que vendrán serán solo hecho a base de vegetales.
Miguel explica que aún en Lima se está conociendo y descubriendo la cocina 100% basada en plantas. “Vamos hacía ese camino”, comenta. “Creo que aún tenemos muy metido en la cabeza que necesitamos proteínas de origen animal para vivir. El 80% de nuestros clientes no es ni vegano ni vegetariano, pero al venir aquí comen así”, indica. Sin embargo, a pesar de eso, han cumplido 10 años con mucha ilusión y objetivos claros.
“Hay muy pocas empresas que saben el por qué, sus objetivo o propósitos. Nosotros los tenemos claro. Nuestro propósito es ser responsables con nosotros mismos, con los demás y con el planeta. Y queremos que todos al terminar de comer se sientan ligeros, no pesados o con una sensación incómoda después de comer”, concluye Miguel mientras sonríe porque sabe que cumplen sus objetivos cada noche al hornear para sus comensales.
La carta
Veggie Pizza ofrece dos entradas para compartir. La primera son unos palitos al ajo (s/ 15). La segunda es la Aldea Feliz (s/24), un plato que está hecho a base de corazón de alcachofa y hongos que son acompañados con tomate picado y pesto. En cuanto a las pizzas, tienen 10 sabores, que puedes pedir con queso de cajus o el tradicional. El de cajus le da un toque único. Además, para cerrar con broche de oro, puedes elegir entre cinco postres veganos: galletas de chocochip (s/ 14), brownie (s/ 12), snicker (s/ 12), caramel cups (s/ 12) o una versión saludable de la princesa (s/ 12).
Al detalle:
- Tipo de restaurante: cocina plant based.
- Dirección: Nicolás de Piérola 136, Barranco.
- Horario: de martes domingo de 19:00 a 23:30.
- Carta de bebidas: excelentes vinos veganos y cervezas artesanales.
- Precios promedio por persona: carta (sin bebidas) S/70
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Veganos e instagrameables: tres lugares que no te puedes perder en Lima
- Matcha: ¿qué es, dónde comprarla en Lima y por qué está tan de moda?
- ¿Cómo almacenar las frutas y verduras para que nos duren más en verano?
- Açaí: cuatro formas de comer la fruta de moda
- Bloom: ¿qué probar en la cafetería vegana en La Molina que se sale de lo tradicional?
Contenido Sugerido
Contenido GEC