El ingeniero neozelandes Ivan Sentch viene construyendo un Aston Martin DB4 de tamaño original, cuya particularidad es que Su única herramienta es una impresora 3D Solidoodle, de uso casero. Para realizar su obra, que espera la tenga lista para el 2018, ha utilizado el programa 3ds Max de Autodesk donde reproduce las piezas que desea imprimir, así ya cuenta con el 72% de las piezas necesarias lo cual ha significado una inversión hasta ahora de 2 mil dólares. Una vez que tenga ensamblado todo el exterior necesitará lijarlo, echar una mano de imprimante, pintarlo y dejarlo secar, procedimiento que repetirá con el interior. Pero su idea es que el auto funcione por lo que le colocará el motor y transmisión de un Nissan Skyline GTS de 1993. Foto: ProjectDB4.com