La marca Volkswagen se ha propuestos tres retos a futuro: alcanzar una producción anual de 300 mil unidades en la nueva fábrica en Changsha (China), que se encuentra en construcción, aumentar su capacidad de fabricación en la región y superar los cuatro millones de unidades para el 2018. La  ensambladora estará lista en el 2015 y contará con equipos de alta tecnología para superar el reto planeado, además, el local reducirá las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los vehículos y evitará el gasto energético. Volkswagen anunció que la inversión total destinada a la nueva planta bordea los 9.800 millones de euros. Para el presidente de la compañía en China, Jochem Heizmann, la multinacional alemana logrará el reto planeado. Foto: Volkswagen

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Contenido de El Comercio Perú