La cantidad de productos audiovisuales alrededor de lo que fue la era del terror en Colombia, a manos del temido narcotraficante Pablo Escobar, resulta ser un punto a favor, pero a la vez en contra de cada nueva producción lanzada en el mercado. Algunos ejemplos de esto bien podrían ser “El patrón del mal”, estrenada en 2012 por Caracol, “Narcos”, lanzada en 2018 por Netflix y “Barry Seal”, película con Tom Cruise que tuvo su estreno en la pantalla grande en el año 2017.
El primero de estos ejemplos significó un verdadero suceso no solo para la industria de la TV colombiana, por sus miles de dólares invertidos capítulo a capítulo, sino también porque nunca antes se había abordado tan a profundidad el delicado tema de la violencia en una serie digamos ‘comercial’ y que sería emitida en el primetime de la entonces todopoderosa señal abierta.
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El segundo caso tiene un detalle también insoslayable: se emitió cuando Netflix era el indiscutible ‘rey’ de un sistema de streaming para ese entonces en pañales (hoy Disney lo ha superado en sunoscriptores). Tal vez por eso la controversia en torno a, por ejemplo, que el rol protagónico cayera sobre un no-hispano se disolvió prontamente. Capítulo a capítulo nos percatamos de que ver a Wagner Moura pronunciando “plata o plomo” no eran tan importante quizás como sí lo era descubrir los claro oscuros de Peña y Murphy, agentes de la DEA enviados a Colombia para acabar con la pesadilla que significaba ‘El patrón’.
Muy lejos del nivel de las dos primeras series que hemos mencionado podríamos decir que se encuentra la película “Barry Seal”. Con el afamado Tom Cruise como protagonista, esta cinta contaba la vida del piloto estadounidense que se atrevió a traicionar a Pablo Escobar. Bellos paisajes caribeños, alcohol y exuberantes féminas eran parte de una cinta que, a diferencia de los aviones que mostraba a borbotones, nunca pudo despegar en su intento por retratarnos a un triple agente (DEA, CIA y narcotráfico) con una debilidad innegable por los dólares.
Aunque cada una de estas propuestas coincidía en ciertos detalles con respecto a la ‘época del terror’ en Colombia, todas aspiraban a desatacar por algo en especial. Si “El patrón del mal” abría el camino, “Narcos” globalizaba la propuesta y “Barry Seal” muy probablemente le brindaba un toque de espectacularidad. Ninguna de estas tres alternativas, sin embargo, venía precedida de un antecedente tan poderoso como tener de materia prima el libro de un Premio Nobel de Literatura.
Esto ha pasado con “Noticia de un secuestro”, la miniserie que Prime Video acaba de estrenar para 240 países. Dirigida por Julio Jorquera y Andrés Wood, la propuesta en mención tiene como guionista y productor ejecutivo a Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez.
Estamos frente a una adaptación de la crónica que el Nobel colombiano publicase en 1996 tras investigar tres años lo ocurrido alrededor del secuestro de Maruja Pachón, esposa del ya fallecido político colombiano Alberto Villamizar. En seis capítulos, la propuesta de Prime Video narra desde el momento del rapto hasta instantes posteriores a la liberación de quien fuera designada ministra de Educación en 1992. Acompaña en el rol protagónico a Cristina Umaña el actor Juan Pablo Raba dando vida a Villamizar. Luego nos encontramos con una serie de secundarios que podrían dividirse entre secuestrados, secuestradores, políticos, policías y, por supuesto, los familiares de todos estos.
Como habíamos dicho al comienzo de esta nota, los antecedentes ya emitidos con respecto a la época del terror en Colombia nos permiten señalar algunas peculiaridades de esta nueva producción televisiva. En primer lugar, “Noticia de un secuestro” tiene dos líneas narrativas claramente definidas. La primera, muy palpable a lo largo de sus seis capítulos, tiene que ver con un país sometido por la ambición de un hombre sin corazón, capaz de secuestrar inocentes solo para lograr su propósito de traerse abajo cualquier posibilidad de extradición a los Estados Unidos.
En esta capa podemos apreciar a un presidente César Gaviria (Carlos Manuel Vesga) en ocasiones quebrado porque, consciente de que no puede capturar a Escobar, siente que el país se le va de las manos. “¡Cómo quisiera tener los huevos de Luis Carlos Galán!”. Ya bajo el poder de Gaviria también podemos encontrar a policías como el general Mendoza (Álex Páez), quien tiene encima suyo la difícil misión de hallar a los secuestrados y rescatarlos sin poner en riesgo su vida.
Por último, “Noticia de un secuestro” muestra el mundo de todas aquellas personas que, presionadas por la falta de dinero, terminan sirviendo directa o indirectamente al ‘Patrón’. Desde jóvenes sicarios, hasta ‘cuarteleras’ a tiempo completo que, a ‘cara tapada’, deben servir a gente privada de su libertad.
La segunda línea de esta serie está vinculada a la observación lenta y detenida de los problemas personales alrededor de sus protagonistas. Alberto Villamizar es un hombre ejemplar que busca mover cielo y tierra para liberar a su esposa, pero en el camino es incapaz de negarse a serle infiel. Ese drama que se genera al ver a alguien siendo capaz de dar la vida por una persona a la que a su vez lastima con engaños y actitudes es algo que fortalece la propuesta de Wood y Jorquera.
Lo mismo podríamos decir cuando vemos a la cuartelera Damaris (Laura Alonso Escobar) acostándose con el sicario ‘Monje’ (Bryan Zorrilla) minutos después de ser masacrada por su violento esposo. Este otro drama, más ligado a una especie de ‘venganza sentimental’ dota de humanidad a una miniserie que desde lo histórico/informativo, no parece sobresalir comparativamente con las demás.
Nótese claramente que en esta última parte de la nota hemos separado dos mundos: el de la clase alta colombiana y, desde el otro extremo, el de las clases menos favorecidas. “Noticia de un secuestro” está impregnada de ese contraste. Pasa cuando Maruja le grita “india de mierda” a Damaris en un momento de frustración al no poder recuperar su libertad, o cuando esta última le increpa a la secuestrada que ella pertenece a los ricos, a los que no les falta nunca “nada”.
Por si fuera poco, el día en que Pachón regresa a su casa tras ser liberada por Don Pacho (Rodrigo Celis) vemos a un humilde reciclador de basura trabajando como si nada a su alrededor pasara. A su lado una bandera colombiana nos dice --entre líneas-- que todos son parte de un mismo país.
Sin llegar a tener las ambiciones argumentales de “El patrón del mal”, los millones de dólares de “Narcos” y menos a un divo de Hollywood como protagonista como en “Barry Seal”, “Noticia de un secuestro” es un correcto intento por mostrarnos un trozo de aquel momento de violencia que azotó Colombia por dos décadas. Aún con debilidades, la miniserie de Jorquera y Wood aporta –desde su musicalidad, tonos oscuros y mensajes sociales no siempre obvios—un matiz distinto al universo de propuestas audiovisuales inspiradas en una época que todos esperan nunca se repita.
NOTICIA DE UN SECUESTRO- PRIME VIDEO
Sinopsis: Inspirada en hechos reales y en el libro de Gabriel García Márquez del mismo nombre. La trama sigue el calvario de un pequeño grupo de personas, quienes fueron secuestradas en la década de los 90 por narcotraficantes colombianos: Diana Turbay (Majida Issa), Maruja Pachón (Cristina Umaña), Marina Montoya, (Carmenza Gómez) y Beatriz Villamizar (Julieth Restrepo).
Director: Andrés Wood.
Productor: Rodrigo García Barcha.
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