El derrumbe en un sector de las obras del túnel que unirá Rímac con San Juan de Lurigancho no retrasará los trabajos, según las primeras estimaciones de Álvaro Espinoza, presidente del directorio de la Empresa Municipal Administradora de Peaje (Emape).

“No, en principio no tiene por qué demorar más tiempo. Solucionar el tema del talud es un tema menor comparado con lo que vamos a necesitar de tiempo y trabajo para terminar el túnel”, manifestó esta mañana a la prensa.

El funcionario recordó que la obra se paralizó en febrero del 2011 luego de un derrumbe al interior de túnel. Desde entonces, lo que se ha hecho es reevaluar el entorno, los estudios geológicos y de ingeniería para que cuando se reinicie definitivamente la obra no se presenten problemas.

OBRA SE REINICIARÍA EN DOS MESES Espinoza estimó que en dos meses se inicie la obra física, puesto que el expediente final ya se está culminando. El consorcio Túneles Viales se encargará de finalizar la construcción.

El plazo total sería de 18 meses y dentro de ese tiempo, en un corto período, se espera reforzar los taludes para evitar más derrumbes. Según Espinoza, estos trabajos ya están incluidos en el nuevo expediente.

“Ya estaba considerado tanto el reforzamiento, tanto de la bóveda del túnel, como de estos taludes”, refirió.

De otro lado, garantizó a los vecinos del Rímac que no habrá más problemas, pues ya no se realizarán explosiones ni se usará dinamita. Ello luego de quejas expresadas por el alcalde rimense Enrique Peramás, quien dijo que la obra perjudica a sus vecinos.

Espinoza reiteró además de que el desprendimiento de entre 500 y 800 metros cúbicos de roca se debería a fallas geológicas no detectadas en los estudios originales de la obra.