La directora del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, Zarela Solís, rechazó las acusaciones contra su persona y su gestión en el nosocomio, las cuales fueron vertidas esta mañana durante una protesta de médicos y trabajadores que piden que deje el cargo.

Los argumentos de los manifestantes, que incluso se encadenaron, dan cuenta de que una evaluación desaprobó a Solís. Sin embargo, ella dijo este mediodía que es falso que haya culminado su gestión y recordó que apeló la evaluación de la Contraloría General de la República, en la que también participa el Ministerio de Salud.

Según dijo, “ha habido flagrantes faltas” en la indagación, que aún continúa, y además levantará las observaciones hechas. Agregó que sus tres años de gestión recién terminarán en octubre de este año considerando además los 10 meses de licencia que tuvo por ser viceministra de Salud en el gobierno anterior.

A su juicio, la protesta de esta mañana, en la que participó el presidente de la Federación Médica Peruana, César Palomino, fue encabezada por “personas que no representan a nadie”. Sostuvo que se trata de personas “totalmente procesadas”, como Víctor Gonzales Almeyda, presidente del cuerpo médico, a quien acusó de alquilar un bien del hospital perteneciente al Estado. Asimismo, de investigados por la Dircote.