Ica. Ayer el fiscal de Prevención del Delito, especializado en materia ambiental, Pedro del Carpio Soto, constató que una de las siete plantas clandestinas de procesamiento de harina de pescado que operan en Pisco emite humos y vapores que causan polución y arroja desechos contaminantes sin precaución alguna. Fue durante una operación de control que realizó el representante del Ministerio Público a una de estas instalaciones ilegales de la zona conocida como Fundo Huamaní. Del Carpio también pudo constatar el empleo de anchoveta en mal estado, que es utilizada para la elaboración de la harina.
El fiscal verificó que este recurso había sido trasladado para su procesamiento hasta en cinco camiones frigoríficos, varios de ellos sin placa de rodaje, desde el desembarcadero artesanal de San Andrés hasta esta zona rural del distrito, que se encuentra a menos de un kilómetro de la cabecera de pista del Grupo Aéreo N° 58 de la FAP.
“La operación de control ha permitido confirmar no solo la ilegalidad en la que funciona esta planta clandestina de harina de pescado, sino la aguda contaminación que origina en el medio ambiente por la constante emisión de humos y olores que, según todos los indicios, excede los límites permisibles”, afirmó.
Asimismo, Del Carpio comprobó el vertimiento, sin control ni tratamiento previo, de flujos compuestos por sanguaza [sangre de pescado], agua de cola y borra que arrojan los propietarios de esta planta a un amplio terreno adyacente. Esto, en opinión del fiscal del Medio Ambiente, está causando un severo impacto ecológico en la napa freática.
Pese a que el fiscal ordenó la paralización de actividades, la clausura del local y el decomiso de los equipos, se tuvo que suspender la intervención por la resistencia de un grupo de trabajadores que se encontraba en el interior de estas precarias instalaciones. Estos cerraron las puertas y se mostraron desafiantes.
El representante de la Dirección Regional de Producción de Ica, Oswaldo Ventura Villagarcía, señaló que la intervención fiscal se produjo ante el reiterado desacato de los propietarios de esta planta para cerrar sus instalaciones y los graves indicios de contaminación que ocasiona en todo este sector. “En los últimos cinco años se han realizado constantes operaciones de control comprobando no solo la ilegalidad en la que operan, sino un reiterado incumplimiento de las normas de protección ambiental”, aseguró. Rosell Choque Flores, de la Dirección Regional de Salud Ambiental (Diresa) de Ica, confirmó también, los impactos negativos que esta planta.
ILEGALIDAD Se desconoce a dueños de plantas Pese a las reiteradas notificaciones formuladas por la Municipalidad Distrital de San Andrés a las plantas clandestinas de harina de pescado desde el 2009, ningún representante de estas se acercó a la comuna para regularizar su situación.
El director de Salud Ambiental del municipio, Pedro Rivadeneyra Pacheco, afirmó que frente a esta situación de ilegalidad en la que operan y la contaminación que ocasionan en el medio ambiente se ha tratado de clausurarlas, pero los encargados de estas plantas ha impedido esta acción correctiva con su actitud desafiante y amenazante.
“Ninguna cuenta con autorización ni licencia municipal, el municipio desconoce la identidad de los propietarios de las instalaciones, así como de la carga que trasladan y procesan y el producto que obtienen”, denunció.
Es necesario, propuso, reanudar estas intervenciones conjuntas de control entre la Fiscalía de Medio Ambiente, la Digesa, la Dirección Regional de Producción y la recientemente creada Dirección General de Supervisión y Fiscalización del Ministerio de la Producción, para proceder con el cierre definitivo y denunciar a los encargados de operarlas por los perjuicios que están ocasionando en el medio ambiente”, planteó.