La policía se disponía a llevar a cabo un desalojo en Huancayo a una vivienda en la cual permanecen un señor y su hija, quienes lograron que la propietaria original le avalara un préstamo bancario hace 5 años.
Al llegar al lugar, se toparon con dos rejas aseguradas, por lo que requirieron el trabajo de un cerrajero. Sin embargo, cuando empezó a forzar la entrada, ambos ocupantes salieron por las ventanas del segundo, tercer piso y la azotea para lanzarle botellas, agua y ladrillos al trabajador.
Tras varios minutos, en los cuales el cerrajero forzó una de las puertas a pesar de las agresiones, la policía tuvo que suspender la jornada. El hombre resultó herido en la cabeza y el pie y los ocupantes estaban amenazando con lanzarle un balón de gas y también con hacerlo estallar.