En la investigación policial seguida a Rosa Quintanilla Castillo, la madre de familia de 44 años que retuvo a Jesús, el niño que se había extraviado en San Juan de Lurigancho, ahora le tocó declarar al menor, quien negó haber sido maltratado por su madre.
Ante la policía y los psicólogos forenses, el niño de ahora seis años se refirió a Quintanilla como su madre y a sus hijos como sus hermanos. Mis dos hermanos me tratan bien () Mi mamá Rosa me da de comer, dijo el pequeño antes de indicar los alimentos que le daban en la casa en la que vivió durante los cuatro años que fue dado por desaparecido.
En su declaración, Quintanilla Castillo, quien recientemente fue liberada, aseguró que no reportó ante las autoridades el hallazgo del menor porque pensó que había sido abandonado por su estado de salud y porque no sabía que estaba cometiendo un delito.
Pensé que sus padres lo habían abandonado por el mal estado en el que estaba, flaco, de hambre y sucio () tenía escaldaduras en todo el cuerpo y porque me encariñé con el niño brindándole la atención que debe tener, dijo ante la policía y el fiscal de turno.