EL DOMINICAL
Es Sonora Smart Dodd a quien el mundo le debe que un día del año se consagre a los padres. Su interés era rendir tributo a su propio progenitor, William Jackson Smart, soldado de la Guerra de Secesión. El buen William había perdido a su mujer cuando esta daba a luz a su sexto hijo (Sonora tenía solo 16 años de edad). El reto era difícil: un hombre y seis inquietos niños en una granja de Washington. Pese a las complicaciones, Jackson los crió con tino. No vio óbice en invertir el tiempo en sus hijos. Fue un padre ejemplar y dedicado, además de amoroso, de aquellos que dejan una huella imperecedera.
CAMPAÑA Según la historia, el momento preciso de la inspiración de esta fecha se dio en 1909, durante un sermón en la iglesia. Se celebraba el Día de la Madre y Sonora sintió un extraño llamado desde su interior. Un buen padre como el suyo debía ser reconocido por todos. Sonora hizo las gestiones necesarias ante la Alianza Ministerial de Spokane para que el 19 de junio se consagrara al Día del Padre. No era justo desconocer que, entre todos los padres, había muchos que respondían al desafío con nobleza y responsabilidad. La de esta activista fue una cruzada persistente que, incluso, debió sortear la mofa de muchos gobernadores. Su perseverancia, finalmente, rindió frutos. La primera celebración se llevó a cabo el 19 de junio de 1910, en Washington.
RECONOCIMIENTO En 1924, el presidente Calvin Coolidge apoyó con entusiasmo la idea y fue recién en 1966 que Lyndon Johnson firmó una proclama que declaraba el tercer domingo de junio como Día del Padre en los Estados Unidos. La festividad en el Perú coincide con la estadounidense. En Brasil es en agosto, mientras que en Bolivia, España e Italia es el 19 de marzo. Pese a todo, la universalidad de la fiesta ha ganado terreno. Se celebra en Irán, Finlandia, Grecia y Taiwán. El amor al padre alcanza una dimensión única y mundial, más allá de las peculiaridades culturales propias de cada pueblo.