CARLOS ZANABRIA
Pasaron 27 meses desde que sobreviviste en el Colca. ¿Qué aprendiste? Es mucho tiempo, aprendí de todo un poco. A valorar a mi familia; a salir adelante, pese a los obstáculos; a continuar. Pensar que cuando empecé esta historia creía en la justicia, 27 meses después estoy decepcionada de la justicia en mi país, de la fiscalía, principalmente.
— ¿Qué te decepcionó? Desde un principio nunca hubo objetividad ni imparcialidad, falta ver las noticias o los pedidos que hizo mi defensa a la fiscalía. Todos fueron denegados porque no le convenía a la fiscal. Recuerda que ella dijo que iba a buscar el cuerpo de Ciro como si fuera el de su hijo, la fiscalía siempre fue poco objetiva.
— Pero pidió archivar la investigación por asesinato. Pero ella dice que mentí, que vi morir a Ciro y eso hace que las personas me miren con desconfianza.
— ¿Quedaste traumada después de lo ocurrido? Al principio sí, pero de manera paulatina superé ese miedo y volví al campo. Por mi trabajo tengo que estar en el campo y enfrentar ese temor que tenía al principio.
— ¿A qué o quién le tienes miedo ahora? A que le hagan daño a mi hijo, en medio de todo ese fue mi peor temor; que le hicieran algo. La prensa fue muy cruel con mi hijo. Lo acosaron, violaron sus derechos, pese a que es un niño. Pero Santiago está rodeado de gente que lo quiere y sé que lo va a cuidar.
— ¿Estás sola?, ¿tienes pareja? Por ahora no, mi mamá me recomendó que en adelante pida el currículo del pretendiente y de su familia. Espero tener miles en el futuro.
— Olvidaron que eres madre. La gente se olvidó que yo tengo alguien a quien sacar adelante y mantener económicamente. La prioridad es mi hijo, conseguir un trabajo para darle a Santiago lo que necesite. Ese es un punto en el que nadie reparó, yo tengo un hijo a quien mantener y me hicieron perder el trabajo. Yo estuve pagando la pensión del colegio y ahora ya no puedo.
— ¿Te sientes acosada? La prensa me fue a buscar hasta mi lugar de trabajo y cuestionaron mi contratación. Me siguen ahora para sacar chismes, me gustaría que me dejen trabajar.
— ¿Qué dice tu hijo ahora que está más grande? Lo toma como un niño de 6 años, él se siente orgulloso de que su mamá salga en la portada de las revistas y cuando le preguntan, dice que es el hijo de Rosario Ponce. Para él es algo curioso.
— ¿Qué le dirás a Santiago cuando esté más grande y te pregunte qué pasó? Pensaré en eso cuando llegue su momento y lo veremos con las personas adecuadas.
— ¿Qué pasará contigo ahora? Lo único que quiero es continuar con mi vida, creo que tengo derecho a hacerlo; la justicia se encargará del resto. Quiero trabajar, desde mañana mismo si fuera necesario, no puedo quedarme sentada.
— ¿Qué piensas de Ciro? Ciro es un buen recuerdo, él ha sido mi amigo, ha sido mi enamorado. Siempre va a estar ahí como todos mis amigos.
— Separarte de él fue la diferencia. Sí, que él fuera a ver las luces de Tapay y yo me quedara fue la diferencia. Es parte de la vida, no tenemos la vida comprada.
— ¿Sentiste que no podías seguir con esto? Sí, tuve bajas muy bajas y altas, quise mandar todo bien lejos, pero Dios quería que sobreviva, seguro tenía planes para mí, que enmiende las cosas y las haga bien. Me dio una oportunidad con mi hijo, para verlo crecer.
— Pensaste que no ibas a salir, dijiste que viste a tu abuelita y a Ciro… El doctor me explicó que tuve demencia en algún momento dentro de la montaña, es algo que les ocurre a las personas en determinados momentos, cuando están perdidos. En determinadas circunstancias, desvarías.
— ¿Qué esperas de la sentencia del 2 de agosto? Que el juez sea una persona imparcial y decida correctamente. Confiamos en que es otra instancia y ya no la fiscalía. Ahora pasamos al Poder Judicial, que es autónomo.
— ¿Pedirás una reparación? Ahorita mi principal meta es llegar a la audiencia y sustentar bien las partes flojas del pedido fiscal de sobreseimiento para que no queden cabos sueltos sobre mi inocencia.