En momentos en que el cardenal Juan Luis Cipriani ofrecía la misa de domingo en la Catedral de Lima, un grupo de trabajadores de Essalud interrumpió la celebración para demandar la eliminación de los services y los contratos temporales en esta institución.

Provistos de carteles y banderolas con inscripciones como No a los despidos masivos, se negaron a abandonar el templo pese a que Cipriani exigía su inmediato retiro.

“Le pedimos que interceda por nosotros para que cese la explotación del hombre por el hombre”, decían los manifestantes a lo que monseñor Cipriani respondió: Esta es la casa de Dios, no una plaza de protestas.

Ante la férrea posición de los trabajadores en pie de lucha, personal de seguridad de la Basílica Catedral de Lima y miembros de la Policía Nacional del Perú les arrebataron los carteles que portaban. Esto generó un enfrentamiento y varios minutos de tensión entre los feligreses.