El teletrabajo, las clases virtuales, la crianza de los niños, los perros, los gatos… ¿Por qué deberíamos considerar asumir una responsabilidad más en casa cuidando y cultivando plantas y hortalizas? La ciencia aquí tiene la respuesta: porque la experiencia es terapéutica. Brinda paz, calma y alegría. No debe sorprender, por eso, que la agricultura urbana haya crecido exponencialmente con la pandemia. La vida va regresando a la normalidad, pero lo cierto es que aún pasamos gran parte de nuestro tiempo en el hogar, lo cual resulta ideal para empezar con una macetita de hierba buena. O dos.
MIRA TAMBIÉN: Kimberly García: sus inicios, tropiezos y el proceso para llegar a la cima del deporte peruano
¿Crees tener destreza para este tipo de actividades? Entonces te recomendamos seguir leyendo este artículo para animarte a armar un pequeño biohuerto en donde vives. “Hay muchas buenas razones para considerar instaurar uno en el balcón del departamento o el jardín. Para empezar, mejora la calidad de aire de la zona donde lo ubicamos. Asimismo, nos permite ahorrar y tener la certeza de que los alimentos que cuidamos son de verdad orgánicos. Si existen niños pequeños en casa, el cuidado de las plantas resulta un excelente motivo para otorgarles responsabilidades”, detalla Yolanda Loayza, experta en agricultura urbana de Bio Huertos, empresa peruana dedicada a la venta de fertilizantes orgánicos y semillas.
Para empezar, continúa la especialista, hay que evaluar el espacio con el que contamos. “No tenemos que tener un jardín enorme. La clave en este punto es elegir plantas y hortalizas que se adecúen a nuestro hogar. Si no existe un balcón, pero sí repisas junto a las ventanas, podemos cuidar especies que necesiten poca luminosidad y ventilación como las plantas aromáticas, que solo tienen hojas. Si hay una terraza chica, se pueden instalar macetas o modulares. En el mercado han aparecido varios modelos que economizan espacio. Y si se tiene un jardincito, bueno, las posibilidades son grandes en cuanto a hortalizas”, comenta Yolanda.
La segunda recomendación es utilizar un buen sustrato para las especies. “El sustrato es un concentrado de elementos idóneos que hacen posible la vida de la planta. Se pueden encontrar distintas mezclas en los biohuertos, y de eso también depende el precio. Nosotros, por ejemplo, tenemos uno que integra tierra preparada, humus de lombriz, arena de río y más de 70 minerales. Desde luego, estos nutrientes contenidos en una maceta no son infinitos y es importante cambiarlos cada 5 o 6 meses. Por lo mismo, no hay que invertir mucho tiempo en esto”, afirma la especialista.
Para muchos principiantes, el tema del riego es un factor importante de preocupación: “Nuevamente, esto dependerá de la planta u hortaliza que decidas cuidar. Si no quieres estar pendiente de ello, una suculenta es ideal porque se riega cada 15 días. Pero, si hay más compromiso, se puede optar por los tomatitos cherry, que necesitan ser hidratados 3 o 4 veces a la semana”.
Finalmente, recuerda que no hay que estresarse, ya que la polución característica en las ciudades pueda afectar negativamente nuestro biohuerto. “Hay que protegerlo si las especies están en etapas iniciales de crecimiento, pero si ya tienen un tamaño decente pueden defenderse solas y no es necesario cubrirlas con plásticos. Las plantas le dan pelea a la contaminación, así que ganamos todos”, finaliza Loayza. //
Las plantas aromáticas son ideales para los principiantes. Entre ellas se cuentan la menta, ruda, muña, hierba buena, albahaca, culantro, perejil, toronjil, etc.
Si nos va bien con este tipo de especies, podemos hacer un ‘upgrade’ en términos de dificultad de cultivo. Es decir, cuidar tomates cherrys, zanahorias, beterragas, ajíes, cebollas, zapallitos italianos y berenjenas, entre otras hortalizas.