La sexualidad humana fue otra de las víctimas colaterales desde los inicios de la actual pandemia de COVID-19. Este hecho se hizo más visible durante los primeros meses de la cuarentena, cuando la distancia física obligada forzó a muchos a ponerse más creativos a la hora de apaciguar los ánimos. No todos supieron cómo encontrar, en la nueva normalidad, un equivalente a la vida sexual que conocían.
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“Hubo algunas personas que no tuvieron problema en llevar sus relaciones a un ambiente virtual, por ejemplo, con el sexting y otras ayudas, pero hubo muchos otros a los que no les gustaba esto último, no se sentían cómodos. Para ellos fue un momento complicado”, señala Rebeca Podestá, psicóloga y sexología en www.rebecapodesta.com. Conversamos con ella sobre cuáles son los retos de la sexualidad en tiempos de coronavirus. Aquí sus cinco recomendaciones.
1) Distancia física no es distancia sexual
El aislamiento social fue un arma de doble filo para las parejas. Afectó tanto a quienes no compartían casa como a los forzados a convivir las 24 horas del día, con toda la carga de estrés que eso implica. “No había espacio para extrañar a alguien, no había misterio ni novedad, que suelen ser elementos seductores”, señala la experta. Pero la distancia física no significa distancia emocional o sexual. Es cuestión de conversar con franqueza sobre qué queremos y cómo lo podemos resolver. La sexualidad a distancia y el autoerotismo son formas válidas, si ambos están de acuerdo.
2) Los juguetes no son los enemigos
Algunas personas desconfían de los juguetes sexuales, muy populares en la pandemia, porque los ven como una competencia, y no es así. Estos pueden servir tanto para añadir un toque de juego a la relación como para recuperarse de alguna posible disfunción sexual. “Hoy día hay juguetes de alta tecnología. Se manejan por Bluetooth o wifi, y pueden ser usados por parejas que no viven juntos. En estos casos hay que ver a la tecnología como algo que permite acercarnos”, dice la psicóloga consultada.
3) Ser creativos en la rutina
Las rutinas no tienen por qué ser monótonas si se les echa un toque de creatividad. Para las parejas que solo pueden salir una vez a la semana, porque tienen compromisos o hijos, pueden ensayar una cita temática: ambientar la casa con un concepto y con una comida específica, vestirse para la ocasión o disfrazarse. “Si la rutina es divertida, te va a generar anticipación y eso es rico porque te prepara para lo que viene. La rutina no tiene que ser la enemiga de la pareja, si eres ingenioso. Pero los dos deben participar en el plan”, dice la sexóloga Podestá.
4) El sexting llegó para quedarse
Aunque este se practica desde que los celulares no eran inteligentes y cada mensaje SMS costaba, el sexting floreció en tiempos de pandemia. La especialista recomienda algunas pautas para hacer llevadera esta práctica y conseguir atracar en buen puerto. “Lo primero es asegurarse de que la otra persona dé su consentimiento, y que este sea explícito, es decir que esté de acuerdo en recibir este tipo de contenido, sea una foto, texto, audio o video. Lo contrario es acoso. Luego, es bueno evitar enseñar el rostro, es mejor cubrirlo con filtros, tules y tapar los tatuajes. Es la mejor forma de prevenir posibles filtraciones que pueden pasar, por ejemplo, en caso de robo del teléfono”.
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5) No subestimar la importancia del beso
Un beso puede tener distintas connotaciones. Podemos besar para expresar cariño, apoyo, comprensión y también pasión. Esto último fue un problema desde que empezó el COVID-19. “Por el tema de la pandemia, muchas personas dejaron de darse besos, se volvió algo atemorizante por los contagios, y no debió ser así”. El beso cumple una función importante porque con él no solo compartimos saliva. “Con un beso recibimos información de la carga genética y de la salud de la persona. El beso te puede decir si las parejas son compatibles sexualmente”. La recomendación es siempre besarse más y mejor.