La vida, llena de altos y bajos, de curvas, de pendientes, de avances y retrocesos. Una montaña rusa de emociones que a veces nos tira al suelo y nos hace pensar que no estamos aquí para ser felices. Pues, nada más falso que eso. La felicidad es completamente entrenable, se practica, y todos tenemos la total capacidad para aumentarla. - ¿Entonces qué pasa? ¿por qué no soy feliz? – porque tu cerebro ha fortalecido sus respuestas desde la inconsciencia, queja, preocupación y reactividad; porque sus conexiones se fortalecen según tu comportamiento. Lo que practicas, se hace más fuerte. ¿Qué es lo que practicas en tu día a día?
Estás viviendo en la mente y te estás olvidando de habitar tu cuerpo. En la mente divagas entre el pasado y el futuro generando una activación de alerta, algo así como tener la sirena de la ambulancia prendida constantemente, porque no te gustó lo que te hizo fulanito o te preocupa la presentación que hiciste en el trabajo, según tú, estuvo pésima, y estás imaginándote, todo el tiempo, a tu jefe diciéndote - ¡estás despedido! -. Pero, ¿qué pasaría si habitaras el cuerpo? te conectarías con lo real, con lo que está sucediendo, momento a momento, y en él, encontrarías información preciosa para mantenerte saludable, sintiendo sus sensaciones corporales y dándoles espacio a las emociones difíciles para que puedan visitarte. Todos somos humanos, todos sentimos sensaciones, y vivimos, situaciones desagradables. No estás solo, todos sufrimos, en mayor o menor medida, y la verdadera felicidad está en reconocer y aceptar que la vida a veces nos regalará estos momentos también, porque la felicidad no siempre es positiva, sino real.
Y quizás también, te estés aferrando a la falsa y efímera felicidad externa, la hedónica, la que te dice que ese carro último modelo te hará sentir content@ o que comprar mucha ropa de marca te hará sentir lo que tanto anhelas. Lo siento amig@, estás equivocad@. La verdadera felicidad no depende de lo que sucede fuera de ti, depende de lo que sucede dentro de tu maravilloso cuerpo y de tu amplia y vasta consciencia. La felicidad no depende de lo material, de lo que otra persona hizo para ti o de los elogios que recibes por lo bien que haces las cosas, porque todo eso va a cambiar, no será permanente, ¿altos y bajos, recuerdas? La felicidad de verdad está en la conexión contigo mismo, con los demás, con la vida. Está en ser amable y en ser auténtico. Está en no tener miedo de escucharte, de aceptar tus errores y de enfrentar tus temores. Está en permanecer en lo difícil para aprender y conocerte, para responder ante lo desagradable con equilibrio desde tu centro, para saborear la vida y sus momentos. La felicidad está en el cultivo interior, la felicidad eudaimónica, la que nace y crece conforme te acercas a tu esencia. Podrá haber situaciones difíciles, podrás sentirte triste, enojado o confundido, pero la ecuanimidad estará contigo, ayudándote a mantener esa paz interior que has cultivado y que te mantiene despierto y vivo.
¿Y cómo se cultiva? Escuchándote y gestionando tus pensamientos, conectando cuerpo y mente, permaneciendo en presencia y consciencia. Mindfulness promueve todo esto y más. Mindfulness te invita a hacerte cargo de tu vida, de tu cuerpo-corazón-mente, de tu felicidad y paz interior. La felicidad se entrena y se practica, ¿qué estas practicando tú?
Melissa Hilbck es Experta en Mindfulness por la Universidad Complutense de Madrid en convenio con el Nirakara Institute. Licenciada en Ingeniería Industrial, especializada en Finanzas, con experiencia de 9 años en el sector corporativo. Emprendedora de Bienestar y Salud Emocional.