A los seres humanos nos encanta demostrar nuestro afecto con las mascotas que nos acompañan en casa y son parte de nuestras vidas. Caricias, besos, juegos y también, en una gran mayoría de casos, alzarlos en brazos como si fuesen bebés. Esto suele darse especialmente cuando son cachorros. Es inevitable que no provoque cargarlos y apachurrarlos para mostrarles todo nuestro cariño.
Pero, ¿consideramos cómo se sentirán ellos al respecto? Es importante ver las señales o reacciones y tener mucho cuidado: para los perros puede ser incómodo y hasta peligroso. Una mala maniobra de nuestra parte puede hacer que caigan y sufran fracturas o hemorragias internas. Incluso se han visto casos en los que el golpe ha ocasionado traumatismo encéfalo craneano.
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Además, si los acostumbramos a tenerlos en brazos por mucho tiempo podemos alterar su temperamento, pues estamos privándolos de ejercitarse y sociabilizar. Sentirán que los estamos sobreprotegiendo y fomentaremos que sean perros dependientes y temerosos. Los canes necesitan estar sueltos desde cachorros para explorar el ambiente en el que viven.
Lo recomendable es solo cargarlos si realmente lo necesitan, y hacerlo cuidadosamente. Siempre dándoles firmeza en la espalda. Nunca lo levantes de la nuca: eso solo lo hacen las madres para mover a sus cachorros cuando tienen poco tiempo de nacidos. Un perro adolescente, adulto o mayor pesará mucho y le dolerá, porque los tejidos de la piel del cuello y la nuca tendrán que soportar todo su peso. Además, cargarlos mal puede producirles hernias.
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Si tu mascota es pequeña y te gusta salir con ella, recuerda que hay bolsos diseñados para transportarla. Eso sí, solo deben ser utilizados por poco tiempo. Procuremos tomar conciencia de estos pequeños actos cotidianos, ya que podrían estar afectando a nuestros engreídos incluso más de lo que creemos.
Twitter Lucero Yrigoyen: @lymq