Su título completo era su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich, caballero de la Liga, caballero del Cardo, Orden del Mérito, caballero Gran Cruz de la Orden del Imperio británico, compañero de la Orden de Australia, compañero de la Orden de Servicio de la reina y consejero privado. Estuvo casado por casi 75 años con Isabel II, convirtiéndose en el consorte más longevo en la familia real británica.
Más allá de los títulos pomposos, Felipe fue una persona que vivió a la sombra de su esposa, pero de alguna u otra forma se las ingenió para dar que hablar. Desde que empezaron sus actos oficiales, el príncipe se caracterizó por su espontaneidad para conversar, por su humor inglés y por su falta de tino cuando se trataba de decir lo que pensaba. A continuación recopilamos algunas de sus frases más disparatadas y en el contexto en que se dieron.
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1.- En 1967 cuando preguntaron si le gustaría visitar la Unión Soviética: “Me gustaría ir a Rusia, aunque esos bastardos asesinaron a la mitad de mi familia”.
2.- A la reina Isabel II, su esposa, después de su coronación: “¿Dónde has conseguido ese sombrero?”.
3.- A un profesor de autoescuela en Escocia: “¿Cómo mantienes a tus alumnos sobrios el tiempo suficiente como para que puedan aprobar el examen?”.
4.- Su opinión sobre Pekín: “Es horroroso, espantoso, feísimo”.
5.- Sobre Canadá: ”No venimos aquí por salud. Podemos pensar en otras maneras de divertirnos”.
6.- A Elton John sobre su Aston Martin dorado: “Oh, eres tú el que tiene el coche ese espantoso, ¿no?”
7.- En un encuentro con el presidente de Nigeria en el 2003, el príncipe le dijo al político africano, vestido con su atuendo nacional, lo siguiente: “Parece que estés listo para irte a dormir”.
8.- En 1994 durante una visita oficial a las Islas Caimán. “¿No son casi todos descendientes de piratas?”.
9.- Durante la crisis económica que azotó Reino Unido en 1981. “Hace unos años, todo el mundo decía que teníamos que tener más tiempo libre, que la gente trabajaba demasiado. Ahora que todo el mundo tiene más tiempo libre se quejan porque no tienen trabajo. La gente no se pone de acuerdo sobre lo que realmente quiere”.
10.- En el 2000, mientras visitaba la nueva Embajada Británica en Berlín, que había costado a su erario 18 millones de libras, reveló lo que opinaba sobre este edificio: “Es un enorme desperdicio de espacio. ”
*Con información de ABC, The Guardian y Vanity Fair.