Cualquier tarde en la caótica ‘Ciudad de los Reyes’, algún curioso caminante puede ir por las calles de Barranco y detenerse en la plazuela Carlos Gardel, dedicada al Zorzal criollo cuyos tangos, hasta hoy, antojan melancolía y sed a partes iguales. También es posible pasar por la cuadra 2 del Malecón Bertolotto, en San Miguel, y detenerse a cantar “Imagine” mientras se contempla la estatua de John Lennon que le da la espalda al mar, pero tiene vista al mundo. Aunque más osados, quienes hasta fines del 2020 se animaban a pasar por las calles del barrio de Atahualpa, en El Callao, podían animarse a saludar el hoy desaparecido mural dedicado a Héctor Lavoe, sin dejar de tener presente que es chévere ser grande, pero es más grande ser chévere.
Por supuesto, los tres artistas han hecho méritos suficientes como para ser recordados más allá de sus fronteras. Sin embargo, surge una pregunta natural: ¿Por qué Yma Súmac, probablemente la peruana que más lejos de las fronteras peruanas llevó nuestra música y nuestra cultura, no tiene una plaza o espacio público que la recuerde?
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Lo mismo pensó Jorge Valverde, director de la Asociación Cultural Isegoria, que tiene casi dos años proponiéndole a las autoridades que le dediquen un lugar a la cantante nacida como Zoila Emperatriz Chávarri Castillo, el 13 de setiembre de 1922. Yma Súmac casi no tiene rastros en el Perú, no hay un lugar al cual asociarla de manera contundente. Uno de los pocos es el Teatro Municipal, que representa a las artes escénicas, con una ubicación genial, potente culturalmente, donde ella se presentó en octubre de 1941. Por eso es que la Plazuela de las Artes, ubicada al lado, ha sido propuesta como lugar para una posible “Plazuela Yma Súmac”, ante su inminente centenario.
“Podría haber ahí un espacio, un busto, una placa, una escultura. El espacio no es importante solo por la geografía o por hacerle venias a una persona, sino porque representa un montón de cosas”, nos dice Valverde. Menciona, con ironía, que mientras en Lima las autoridades no le dan respuesta, ya hay un espacio llamado “Plazuela Yma Súmac” en Vilcashuamán, Ayacucho, un lugar más cercano a Huamanga, cuna de su esposo y director musical Moisés Vivanco, que a ella, nacida en el Callao y criada entre Cajamarca y Lima. Esto, a pesar de que muchos detalles de su biografía –incluido su lugar de nacimiento, que muchos consideran es Ichocán, Cajamarca, aunque el hallazgo de una partida de nacimiento parece confirmarla chalaca-, son aún motivo de controversia. Además del nombre de la Plazuela, en Vilcashuamán no hay nada que recuerde su figura.
Placa y plaza
Jorge Valverde tiene ya dos años en el trámite de conseguir que Lima le otorgue un espacio a Yma Súmac. Ha tenido varias reuniones en el Ministerio de Cultura y con la Municipalidad de Lima, pero no ha conseguido una respuesta satisfactoria. Ya tuvo una experiencia similar: durante tres años le hizo varias solicitudes al Ministerio de Cultura y a la Municipalidad de Barranco para que pudiera colocarse una placa en la casa de Martín Adán ubicada en el bulevar Sánchez Carrión –que había sido convertida en discoteca-, para reafirmar el vínculo eterno del poeta con ese distrito.
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“Te decían que era patrimonio, pero querían poner la placa adentro, dónde nadie iba a verla. Por lo tanto, nadie iba a saber que la casona era patrimonio o porqué. Era un entrampamiento y fue todo un proceso. Mucha gente quería que se hiciera, pero en la práctica no se podía. Es lo que sucede con Yma Súmac. Debería existir un mecanismo que permita que los ciudadanos pudiéramos pedir este y otros lugares para recordar a grandes artistas. Fernando de Szyszlo, César Moro, José María Arguedas, Blanca Varela, todos deberían tener espacios en la ciudad para ser recordados”, sostiene Valverde. “Yma Súmac representa al peruano emigrante, representa al éxito. Si se quiere encontrar una imagen que representa a una industria cultural que no tenemos, esa es Yma Súmac, con su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, su película junto a Charlton Heston o sus giras por el mundo”, acota el promotor cultural que, incluso, solicitó firmas para apoyar su iniciativa. Ha conseguido el respaldo de personalidades de la cultura como Teresa Ralli, Alberto Ísola, Fietta Jarque, Sylvia Falcón, Anahí Barrionuevo u Óscar Naters, además del de autoridades como el ex ministro de cultura, Alejandro Neyra, el ex director de la Biblioteca Nacional, Ezio Neyra, o la actual ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Diana Miloslavich Túpac.
“Yma Súmac no es importante solo porque cantaba muy bien, sino porque representa temas necesarios de reconocer públicamente y poner en valor –nos dice Valverde-. La peruanidad andina, los atuendos fastuosos con reminiscencias incaicas, el mostrar nuestra cultura donde no la conocían, el quechua. También su osadía artística y carácter, que es emulado y celebrado por minorías que aún sufren discriminación, como la población LGTBIQ+, que la reivindica como lo han hecho con Judy Garland. Levantan a un icono así porque se zurró en todos los convencionalismos, como ellos quisieran hacer”. Para el también editor, es posible financiar obras que ayuden a preservar la memoria de nuestros artistas. “Solo falta decisión política, facilidades por parte de las autoridades y encontrar mecanismos para hacerlo posible”.
Yma, dotada para el folklore, el mambo, el latin jazz o el rock, merece un lugar en el que, al menos, podamos imaginar que su voz se impone sobre el caos citadino y sigue trinando, mágica, hasta el infinito. //
¿Qué dice la Municipalidad de Lima?
Somos se comunicó con Fabiola Figueroa, gerente de Cultura de la Municipalidad de Lima, para consultarle la posibilidad de otorgarle un lugar público a la memoria y herencia cultural de Yma Súmac, sea en la sugerida Plazuela de las Artes –ubicada al lado del Teatro Municipal, en el jirón Ica- o en otro lugar de la ciudad. La funcionaria aseguró que la Municipalidad “reconoce a las y los principales exponentes peruanos en la historia y diversidad de la cultura y las artes, por lo cual siempre estamos dispuestos a recoger y evaluar las propuestas de la ciudadanía”. Confirmó haberse reunido en varias oportunidades con Jorge Valverde y recordó que el lugar sugerido ya lleva el nombre de Rosa Merino, la primera intérprete de nuestro Himno Nacional. De todos modos, como respuesta institucional, Figueroa indicó que las autoridades municipales están comprometidas en generar un reconocimiento en el espacio público para Yma Súmac, “así como se ha realizado, se viene realizando y se realizará en su debido momento con las más destacadas artistas, intérpretes y ejecutantes de nuestro país”. Finalmente, agregó que, junto a ProLima, están buscando el lugar más apropiado y que sea vecino al Teatro Municipal. “En la misma situación, coordinándolo con el Ministerio de Cultura, estamos con Victoria Santa Cruz, quien también cumple 100 años de nacimiento”, indicó la responsable de Cultura.
Del mismo modo, anunció que en setiembre se tiene planificado un concierto homenaje a Yma Súmac en el Teatro Municipal, además de una exposición que documentará su trayectoria.
Esperemos que la Municipalidad cumpla su palabra y se consiga que Lima le ofrezca un lugar de honor a quien fue llamada en su plenitud, entre los años 40 y 50 del siglo pasado, “una ilusión caleidoscópica de lo exótico”.
LA INICIATIVA
Personalidades de la cultura han respaldado la propuesta con sus firmas: Teresa Ralli, Alberto Ísola, Fietta Jarque, Sylvia Falcón, Anahí Barrionuevo y Óscar Naters, además de autoridades como el exministro de Cultura Alejandro Neyra y el ex director de la BNP Ezio Neyra. puedes ingresar a este enlace.
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