Anahí Aradas. BBC Mundo
En los últimos años, Ciudad de Vaticano ha demostrado saber adaptarse a los nuevos tiempos haciendo uso de las bondades de internet. Pero esto también la ha hecho susceptible a los pecados de la red, como las descargas ilegales y la pornografía.
Basta con echar un vistazo a ScanEye (un recurso de Internet que rastrea descargas ilegales en la página para compartir archivos Torrent) para descubrir que desde el interior de los muros del Vaticano se descargaron contenidos protegidos por derechos de autor.
Y algunos títulos como Lesbo House Slaves o Girlfriend Sex Lesbians no necesitaron mucha investigación por parte de esta periodista para terminar siendo clasificados como material no apto para misas.
Cabe señalar que no todos los que pasan por el Vaticano son religiosos o hicieron voto de castidad, pero llama la atención que este tipo de contenidos pueda filtrarse en la Santa Sede o que uno de los mandamientos, el no robarás, parezca no aplicarse en cuestiones de piratería.
FANTASÍAS VATICANAS Los primeros en poner el grito en el cielo fueron analistas de la publicación Torrent Freak, quienes descubrieron en Scaneye, que aunque el flujo de descargas ilegales desde el Vaticano es escaso comparado con otros pequeños estados, algunos contenidos resultaban más que sorprendentes.
BBC Mundo pudo efectivamente comprobar que dos direcciones IP ubicadas en Ciudad Vaticano descargaron contenidos protegidos por derechos de autor, algunos con títulos bastante sugerentes como BDSM Sklavin Züchtigung im dunklen Hobbykeller teen fesselspiele, que en alemán quiere decir Castigo esclavo en sótano oscuro de tienda, juego fetichista adolescente, descargados el 14 de enero de este año.
Scaneye es una página que desde 2011 se dedica a monitorear las descargas realizadas a través de Torrent en todo el mundo, excepto en Suiza y Noruega, donde rastrear estas actividades es ilegal.
La página pertenece a la empresa polaca KALASOFT, que desde 1991 se dedica a diseñar programas informáticos para instituciones académicas.
En enero de este año, fue un reporte de esta misma página el que reveló que desde el Congreso estadounidense se estaban descargando ilegalmente contenidos protegidos por derechos de autor, lo que sorprendió teniendo en cuenta que es desde esta institución que se impulsaron polémicas leyes anti-piratería como SOPA y PIPA.
LA RED SIN MANDAMIENTOS Esta clase de situaciones, afirman desde el Instituto Religioso en Estados Unidos, confirman que aunque las instituciones religiosas están haciendo amplio uso de la red, todavía les falta establecer políticas de conducta similares a las de la vida real.
Vemos que las congregaciones están usando ampliamente internet, las redes sociales, la gran mayoría tienen una página de internet o Facebook, pero no encontramos ninguna política sobre su uso, explicó a BBC Mundo Michael Cobb, director de comunicaciones del instituto.
Este organismo publicó a principios de año un estudio titulado Voces de fe en sexualidad y religión, donde se analizaba el uso personal y profesional de la red por parte de la comunidad eclesiástica de diversas religiones, incluida la musulmana, la católica, presbiteriana y judía, entre otras.
Los resultados revelaron que uno de cada cinco clérigos confesó haber visitado una página de contenido explícitamente sexual en los últimos seis meses, y un 21% usó páginas de citas en línea.
Por supuesto, algunas de las religiones que participaron en estudio no imponen el celibato, pero para Cobb esto es indicio de que la conducta personal que se espera del clérigo no se traslada a su conducta virtual.
ATEOS NO PORNO SÍ A modo de ejemplo, Cobb menciona las normas de conducta que imponen algunas instituciones religiosas sobre el trato con menores de edad.
Algunas congregaciones tienen una política sobre menores para evitar el abuso sexual, pero en internet no hay ninguna norma. Algunos crean sus propias reglas pero no hay estándares internacionales, apuntó.
En el caso de Vaticano, uno podría entender que para cumplir con el no robarás se impondrían bloqueos a páginas de descargas desde las computadoras de la Santa Sede.
Pero tal como pudo comprobar Pablo Esparza, de BBC Mundo, desde el Vaticano la única página a la que no pudo acceder fue la de la Unión de Agnósticos y Ateos Racionalistas. Las páginas de contenido erótico eran de libre acceso.
BBC Mundo contactó con El Vaticano, quien manifestó no tener ningún comentario al respecto.
Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra.