Richard Ryan es un popular usuario de YouTube que se especializa en grabar en cámara lenta las torturas a las que somete a sus dispositivos electrónicos en contundentes pruebas de resistencia. Se ha ganado el apelativo ‘tech assassin’ (‘asesino tecnolófico’), y su última víctima ha sido nada menos que el codiciado modelo dorado del iPhone 5S de Apple.
Una de las primeras pruebas a las que sometió al smartphone fue la de caída libre, sobre tierra y sobre cemento. En la primera prueba, el teléfono resultó con grietas en varias zonas pero en el segundo sí sobrevivió. Después dejó caer el equipo en un recipiente lleno de agua solo por unos segundos y también salió bien librado, pese a que el iPhone 5S no es resistente al agua.
La tortura concluyó con una prueba para la que ningún teléfono está preparado: Ryan disparó en dos ocasiones contra el equipo con un rifle Barrett M82A1, un arma que – según Abc.es suele utilizar en sus pruebas. El iPhone no sobrevivió, pero se mantuvo firme con el primer disparo que lo atravesó por completo dejándole de recuerdo un enorme agujero.
El segundo disparo lo hizo con el iPhone 5S colocado de perfil y el impacto pulverizó al teléfono e hizo volar sus piezas por los aires.
Este particular modelo era de stock limitado y es probable que no vuelva a estar a la venta hasta octubre. Incluso, algunos dueños de este equipo quisieron aprovecharse fr la gran demanda que ha generado y lo pusieron en subasta en eBay por hasta 10.100 dólares. Sin embargo, el diario Los Angeles Times informó que el vendedor retiró dicha oferta.
DATO Los disparos contra el iPhone 5S también fueron grabados con Google Glass.