La aerolínea holandesa KLM efectuará un vuelo semanal entre Nueva York y Ámsterdam propulsado con biocombustible producido a partir de grasa utilizada para freír, según ha anunciado la compañía.
Cada jueves, un Boeing 777 conectará el aeropuerto John F. Kennedy de la ciudad estadounidense con el de Schiphol utilizando este tipo de biocombustible sostenible, en un vuelo al que hoy la prensa holandesa se refiere ya como el vuelo de la patata, en alusión al origen del carburante.
El primer vuelo de prueba se llevó a cabo el viernes con dirección a Nueva York, después de numerosos ensayos llevados a cabo por KLM dentro de su programa de biocombustibles.
El pasado año, la aerolínea holandesa ya hizo un vuelo de prueba entre Ámsterdam y Río de Janeiro basado en esa misma tecnología, en un intento de mejorar la eficiencia y reducir las emisiones contaminantes.
Además de su programa de biocombustible, KLM está estudiando modos de reducir el consumo de carburante y las emisiones de CO2 en todos sus vuelos en cooperación con investigadores, aeropuertos y autoridades de tráfico aéreo, según explicó la empresa en un comunicado.