El rol que han desempeñado las cámaras de vigilancia en la investigación sobre los atentados de Boston podría ser augurio de una mayor popularidad de ese método policial para resolver crímenes, y en algunos casos para evitarlos.

Poco después de los estallidos en la meta del maratón en Boston el lunes, la policía obtuvo una vasta cantidad de imágenes, no sólo de sus propias cámaras de seguridad sino también de las cámaras y teléfonos celulares de testigos, y de las cámaras de vigilancia de comercios en la zona.

El jueves, el FBI difundió imágenes de una de las cámaras en que mostraba a los dos sospechosos. Uno de ellos murió abatido la madrugada del viernes en un enfrentamiento con la policía; el otro, que era su hermano, sigue prófugo.

Las ventajas de esta observación constante son obvias: la policía tiene más posibilidades de resolver crímenes, y en algunos casos, de prevenirlos. David Antar de IPVideo Corporation, una compañía con sede en Nueva York, dice que las cámaras de seguridad pueden ser programadas para que emitan una alerta si un bolso es abandonado o si se detecta alguna actividad sospechosa.

Las desventajas, según grupos de derechos civiles, es la pérdida de la privacidad.

Se hace cada vez más y más difícil ir por la vida sin que nuestros movimientos queden registrados, comentó Ben Wizner, un abogado que trabaja para la Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles (ACLU).

La ACLU no tiene objeción a que hayan cámaras en lugares públicos que puedan ser objectivos para ataques terroristas, expresó Wizner. A lo que sí tenemos objeción es a tener una sociedad en que las cámaras están en tantas partes que no podemos ir por nuestras vidas en ninguna parte sin que ello esté registrado an alguna parte para siempre.

En la década pasada, la magnitud de la vigilancia— tanto privada como estatal — ha aumentado exponencialmente. Apenas esta misma semana, gracias a cámaras de seguridad se pudo apresar a una pareja en Texas en conexión con el asesinato de dos fiscales y la esposa de uno de los fiscales. Las autoridades dicen que el hombre señalado de los crímenes, un ex juez, estaba enfurecido porque había sido convicto de robar computadoras del gobierno, un delito que a su vez fue captado por cámaras de seguridad.

LOS NUEVOS MEDIOS Y por supuesto existe la autovigilancia. Millones de personas se registran en el sitio de Internet Foursquare para informar a otros de su ubicación; otros millones inadvertidamente están registrando donde están por el sólo hecho de llevar consigo sus teléfonos celulares.

Las fotografías y los videos pueden aparecer por Internet, al alcance de cualquier persona en el mundo inclusive las agencias policiales, gracias a tecnologías como Instagram, Facebook, Twitter y otros.

La actitud pública hacia las cámaras de vigilancia parece estar cambiando. Hay una generación de adolescentes y adultos jóvenes que se han criado usando los medios sociales de internet y se sienten cómodos con la idea de que su información sea algo público.

Los estadounidenses siempre dicen que la privacidad es uno de los principios básicos que más aprecian, pero lo que ocurre es que ello se está perdiendo de manera gradual, silenciosa, expresó Jonathan Turley, profesor de derecho de la Universidad George Washington University.

Los seres humanos necesitan a veces sentir que pueden vivir sin ser observados constantemente, es algo esencial para nuestro derecho a la libre asociación y la libre expresión, dijo Turley. Sin embargo ahora tenemos toda una generación que se ha criado acostumbrada a poner sus cosas en público. Son más tolerantes hacia la vigilancia estatal, pero eso puede ser peligroso para una sociedad libre.