La banda ancha de internet en Estados Unidos es más cara que en ninguna otra parte del mundo. Una conexión de este tipo en EE.UU. cuesta casi tres veces más que en Reino Unido y Francia, y es más de cinco veces más cara que en Corea del Sur. ¿Cuál es el motivo de esta desigualdad en costos de conexión?

Estos son algunos de los datos que arroja un estudio del centro de estudios America Foundation, que comparó cientos de planes de conexión a internet en todo el mundo.

Algunas de las tarifas más baratas en ciertas ciudades con conexión de media-baja velocidad ofrecen un contraste inmediato: US$99 al mes en San Francisco, US$70 en Nueva York y Washington DC, US$68 en Londres, US$35 en París y US$15 en Seúl.

Esta investigación coincide con los resultados de otro estudio publicado hace unos meses por la OCDE, que comparó los precios de conexión a banda ancha en distintos países.

NO HAY COMPETENCIA Según su reporte, en las conexiones por encima de 45 Mbps, Estados Unidos se situó en el puesto 30 en un total de 33 países, con un precio medio de US$90 al mes. Si al paquete se le añadía teléfono y televisión, así como algunos canales premium, la conexión puede llagar a costar US$200.

Los estadounidenses pagamos más porque no tenemos opción, dice Susan Crawford, exasistente del presidente Barack Obama en temas de ciencia, tecnología y políticas de innovación.

Aunque existen varias compañías nacionales, los mercados locales tienden a estar dominados por sólo uno de los dos proveedores principales.

Desregulamos el acceso a internet de alta velocidad hace diez años y desde entonces hemos visto la consolidación de varios monopolios. Al poder hacer lo que quieran, las empresas que proporcionan acceso a internet cobran elevados precios, porque no enfrentan ninguna competencia, añade Crawford.

Dos tercios de la población se conecta a internet a través de los canales por cable de televisión, explica, porque el servicio DSL (Digital Subscriber line) proporcionado por las empresas de telefonía con cables de cobre no pueden competir con la velocidad del cable, mientras que los servicios inalámbricos y satelitales están sujetos a topes de uso.

LAS CIUDADES MÁS CARAS Mitch Evans paga US$200 al mes por un paquete que incluye internet, televisión y llamadas de voz ilimitadas.

Tan sólo me he acostumbrado tras 23 años aquí en el Área de la Bahía de San Francisco. Sé que el costo de vivir aquí es muy alto, pero para mí es un precio bajo por este hermoso lugar que llamo hogar.

Buck Wallander, un recién llegado a la ciudad, paga US$120 al mes por un paquete de televisión y banda ancha proporcionado por Xfinity/Comcast, más US$7 al mes de alquiler del módem.

Según dice, tiene poco donde elegir a la hora de seleccionar un proveedor, porque la única empresa de cable de televisión era Directv, que no ofrece ningún servicio de internet. Su velocidad de internet es básica con un tope de uso. Dice que está bastante satisfecho pero no le gusta tener que alquilar el módem.

Esto es como si una compañía de alquiler de autos cargara una tarifa de US$7 al mes por incluir el volante.

INTERNET DE ALTA VELOCIDAD En otras partes de Estados Unidos existen otras opciones.

En la ciudad de Kansas, los residentes disfrutan de una red de fibra óptica de alta velocidad suministrada por Google a un precio de US$70 al mes por una conexión de 1G (1.000 Mbps).

Google tiene ahora a Austin (Texas) y Provo (Utah) en la mira. Y por su parte Verizon tiene la red de alta velocidad Fios, disponible para el 10% de los hogares estadounidenses.

Cerca de 150 ciudades en Estados Unidos acceden a internet a través de empresas públicas. En Chattanooga, Tennessee, la compañía de electricidad EPB se convirtió en proveedora de internet hace cuatro años. Tras expandir su red de fibra, hoy ofrece un servicio de 1Gb por US$70 al mes.

Estos son servicios que están teniendo un impacto positivo en los precios, afirma Chris Mitchell, director de telecomunicaciones del Instituto para la Autosuficiencia Local.

Cuando una comunidad construye su propia red y entra en el mercado con un precio inferior que los que las compañías han estado ofreciendo, a menudo estas compañías reducen su precio, incluso más que la red municipal, así que cuando la comunidad empieza a ofrecer esos servicios los precios normalmente bajan.

En Lafayette, Louisiana, US$35 pueden conseguirte un servicio de internet de 15Mbps. Pero sólo una de cada diez ciudades estadounidenses tiene infraestructuras eléctricas públicas y 19 estados han desincentivado o prohibido a las poblaciones que construyan sus propias redes, dice Mitchell.

POR DELANTE DE EUROPA Hace una década el mercado de la red de banda ancha europea se veía saludable desde el punto de vista del precio al consumidor, pero tras diez años de desinversión, los hogares europeos (de los cuales sólo la mitad tiene una conexión a internet superior a los 30 megabits) tienen por lejos menos opciones de banda ancha e innovaciones que los estadounidenses.

Para Susan Crawford, autora de Audiencia Cautiva, los elevados precios han creado una división digital que excluye a los estadounidenses pobres de un acceso a internet de calidad, algo que tendría implicaciones económicas.

La crisis bancaria de 2008 demostró lo que pasa cuando permitimos que los bancos actúen en su propio interés. La crisis de comunicaciones en Estados Unidos es menos visible, pero también es nociva para el funcionamiento de Estados Unidos en un escenario internacional.

EE.UU. VERSUS REINO UNIDO Como la electricidad, dice, el acceso a internet debería estar disponible a todo el mundo y a precios razonables, para que puedan florecer otros sectores de la industria y la sociedad estadounidense.

Rick Karr, quien hizo un documental en el que viajó a Reino Unido para descubrir que los precios de internet eran inferiores, dice que el momento crítico vino cuando el regulador de internet Ofcom forzó a British Telecom a permitir a las compañías utilizar su red de cables de cobre que conectan los hogares.

Pero los reguladores de Estados Unidos tienen una visión diferente. Más que incentivar la competencia entre operadoras usando la misma red, Estados Unidos estimula la competencia entre distintas empresas que manejan la infraestructura; grandes compañías que pueden permitirse construir sus propias redes.

DIVERSIDAD GEOGRÁFICA Varios estudios indican que la conexión a internet de alta velocidad en Estados Unidos es tan buena como cualquiera, dice Brian Dietz, de la Asociación de Comercio para compañías de Cable en EE.UU (NCTA).

Los estados que cuentan con mayor velocidad de conexión son Vermont, New Hampshire y Delaware, con velocidades mayores que Japón, afirma Karr. Mientras que el 96,3% de los hogares estadounidenses tienen acceso a la red.

Según Karr es muy difícil hacer comparaciones de precios a nivel internacional.

Construir redes de banda ancha en un país del tamaño y diversidad geográfica de Estados Unidos es definitivamente un factor cuando comparamos pero a pesar de estos desafíos, Estados Unidos es un líder global en banda ancha desde cualquier medida objetiva.

Los críticos deberían adoptar una visión más amplia, dice por su parte Scott Cleland, presidente de NetCompetition, un foro en internet a favor de la competencia apoyada por compañías de banda ancha.

INVIRTIENDO PARA EL FUTURO En Europa, la gente está vendiendo distintas capacidades a distintos precios, pero en Estados Unidos se incentivan distintas tecnologías y diversidad de opciones. Por ejemplo, la gente puede elegir teléfono, cable, inalámbrico, satelital, dice.

Con sus precios, los proveedores pueden recuperar su inversión y utilizarla en mejorar la infraestructura, US$1.200.000 millones se reinvirtieron desde mediados de los 90, afirma Cleland.

Pero en Europa los fondos no están ahí, así que está quedándose atrás en cuestión de red 4G y fibra, argumenta.

Puede que desde el punto de vista de ustedes hoy paguemos más, pero estamos construyendo para el mañana y a largo plazo.

Estados Unidos es el único país en el mundo que proporciona un servicio de cable de transferencia de datos rápida.

Quejarse de ello, opina, es como quejarse de que sólo tienes acceso a un Rolls-Royce cuando también tienes Fords, Chevys y Cadillacs para elegir.