La cápsula rusa Bion-M volvió a la Tierra el pasado domingo con una carga de más de cien animales tras una expedición de más de un mes. Sin embargo, no todos sobrevivieron.
Según informa Europa Press, más de la mitad de los 45 ratones que viajaban en la nave, así como los ocho jerbos que iban en ella, murieron durante la misión espacial.
El estudio, que analiza los efectos de la ingravidez a largo plazo, sufrió estas bajas de los jerbos debido a un fallo tecnológico, informó Vladimir Sychovos, portavoz de la Academia de Ciencias de Rusia.
Todos los lagartos están vivos. Hemos recuperado la mitad de los ratones. Desgraciadamente perdimos a todos los jerbos, apuntó.
La nave también llevaba 15 lagartos, 20 caracoles, huevos de peces, microorganismos, semillas y plantas.