Presentamos confidencialmente un registro (S-1) a la bolsa de valores para una oferta pública planeada, tuiteó Twitter el jueves.
Y con eso, en los tradicionales 140 caracteres, llegó el esperado momento: Twitter, la revolucionaria red social, aceptó oficialmente que espera cotizarse en la bolsa de Estados Unidos.
El mensaje, que continuaba diciendo este tuit no constituye una oferta de venta, fue retuiteado casi 8.000 veces en una hora y ha sido motivo de análisis, críticas y burlas por todo el gremio de periodistas, blogueros y tuiteros que cubre Silicon Valley.
No es poca cosa. Desde que se lanzó en 2006 la red social, que tiene más de 500 millones de usuarios registrados, ha rechazado todo tipo de ofertas de compra y ha negado varias veces que planeaba entrar a la bolsa.
Twitter no dio más detalles de su registro. Los inversionistas estiman que el valor de la compañía fundada por Jack Dorsey, Biz Stone y Ev Williams supera los US$10.000 millones. Y la consultora en publicidad eMarketer asegura que Twitter está en camino de recibir US$583 millones de ingresos para el final de 2013, lo que significaría US$288 millones más que en 2012.
Pero volviendo al tuit, hay un elemento que ha generado varias preguntas: la palabra confidencialmente.
En efecto, Twitter hizo una oferta pública de venta (IPO, por sus siglas en inglés) confidencial, lo que le permite no tener que publicar los detalles de sus finanzas hasta 21 días antes de que entre a la bolsa.
QUÉ ES Las IPO confidenciales son una parte de la Ley del Empleo que aprobó el Congreso estadounidense en abril de 2012. Su objetivo, según el gobierno de Barack Obama, es apoyar a las empresas de crecimiento emergentes (que obtienen menos de US$1.000 millones en ingresos).
Con una IPO confidencial, Twitter evita estar en el centro de atención y ser motivo de las especulaciones que suelen anteceder una salida a la bolsa, señala Jay Yarow, del blog Business Insider.
Por lo general, las empresas que hacen las salidas confidenciales lo hacen, en efecto, confidencialmente. No andan anunciándolo en Twitter, como hizo Twitter, dice Yarow.
Twitter no dijo cuándo fue que realizó el registro ni cuándo espera empezar a cotizar, pero varios expertos especulan que será más temprano que tarde.
La pregunta es: ¿qué busca la compañía californiana con la confidencialidad?
EL ANTECEDENTE DE FACEBOOK El anuncio de Twitter está, sin duda, marcado por la reciente experiencia de Facebook.
En mayo del año pasado, la red social con más usuarios del mundo se inauguró con bombos y platillos en bolsa.
La expectativa fue enorme. En su primer día, la acción de Facebook cerró en un generoso US$38, pero con el tiempo fue bajando hasta rondar los US$20.
Varios expertos creen que aquella expectativa, basada en las finanzas que Facebook hizo públicas antes de cotizarse, fue lo que determinó el carácter fluctuante de la acción, que sólo hasta hace unas semanas alcanzó la cifra con la que empezó a cotizarse originalmente.
El modelo de negocios de Twitter, así como era el de Facebook en mayo de 2012, no es del todo claro. Y muchos creen que, por eso, Twitter teme correr con la misma suerte de Facebook hace un año un medio.
El mismo Mark Zuckerber dijo algo en ese sentido cuando le pidieron que le diera un consejo a Twitter al respecto del IPO: Yo no soy el tipo de persona a la quisieras preguntarle cómo hacer un IPO de bajo perfil.
Experiencias similares tuvieron empresas de tecnología como Groupon y Zynga.
NO MOSTRAR DEBILIDADES Parte del problema de las subastas de estas empresas, sostienen expertos, es que dieron tiempo para que se hicieran evidentes sus debilidades.
Facebook, por ejemplo, presentó una serie de advertencias a los inversionistas. Todo en busca de ser transparente, según dijo. Una de ellas era un pronóstico: en el futuro, la red social va a recibir menos dinero por cada usuario nuevo.
Eso, se dijo en su momento, era como mostrar su talón de Aquiles.
Con todo el escrutinio, la regulación y la presión financiera, volverse público suele ser doloroso para las firmas de alto perfil, dice Zachary M. Seward, del blog de economía Quartz.
La estrategia de Twitter es arrancar el apósito lo más rápido que pueda, dice.
Bajo la Ley del Empleo, Twitter puede mantener su cotización secreta mientras los reguladores del gobierno la examinan y ayudan a mejorar.
Esto le permite a la empresa lidiar con sus problemas en privado sin espantar a los inversores o suscitar investigaciones de la prensa, asegura Seward.
Es como conocer la opinión de tu maestro antes de tener que entregar el ensayo, sentencia.
RIESGOS El uso de la Ley de Empleo que en ingles se llama JOBS puede garantizarle a Twitter que haya demanda por sus acciones.
Pero, según Mark Rogowsky, de la revista Forbes, eso puede resultar contraproducente.
Los secretos eventualmente van a salir y los posibles accionistas siempre se benefician más de saber más que de saber menos.
Para el experto en finanzas y tecnología, el ejemplo de Facebook, cuyas acciones gozan ahora de números favorables, es una razón más para revelar los secretos desde un principio.
Según él, los accionistas se benefician más al poder hacer las preguntas necesarias y al poder ver cómo se hacen las revisiones y los arreglos.
Twitter, sin embargo, ya tomó su decisión.