Para bien o para mal, 2013 fue un año de protagonismo femenino en internet y redes sociales.
Mientras investigaciones como la del centro Pew confirmaron que en Estados Unidos las mujeres participan más que los hombres en los principales sitios de intercambio social en la red (74% vs. 62% respectivamente, según la encuesta del mes de mayo), celebridades femeninas dominaron tanto la lista de palabras más buscadas del año ocuparon los cinco primeros lugares, según el buscador Bing como el de cuentas más seguidas en Twitter (seis de las primeras diez).
Pero además, algunos temas de género tuvieron un lugar predominante en la agencia de medios.
Entre los casos más notables, se cuenta cómo el acoso en línea de que fue objeto una activista en Reino Unido por sugerir que se colocara la imagen de la escritora Jane Austen en un billete llevó a Twitter a introducir un botón de reporte de abusos.
Por otro parte, una campaña masiva de mujeres sauditas a través del microblog para que se les permitiera conducir autos causó revuelo dentro y fuera de ese país.
También, y en respuesta a una ola de críticas, el pasado 5 de diciembre, Twitter nombró a la primera mujer en integrarse a su consejo directivo: Marjorie Scardino.
Sin importar dónde se encuentren, la compañía se ha convertido en un medio fundamental de expresión para las mujeres en el mundo entero. No son pocos los comentaristas que plantean que las redes son territorio femenino, señalan su importancia como herramienta de superación personal o económica, o como plataforma para darles voz donde no la tienen.
Tere Bermea Ortiz, de México, y Nong Darol Majmada, de Indonesia quienes, según datos de noviembre del sitio Business Insider, se cuentan entre los diez con mayor proporción de usuarios del microblog en el mundo, compartieron con BBC Mundo algunos de sus secretos.
EL PODER DE LA GENTE Tere Bermea Ortiz, de Torreón, Coahuila, se describe como periodista, comunicadora social y coach de vida.
En 2004 fue la imagen oficial de la campaña de no violencia contra las mujeres y las niñas previniendo la violencia en el noviazgo.
En noviembre de 2006 nuevamente apoyó al Instituto de las Mujeres con la campaña: ¿Realmente se necesita ser hombre para ser alguien? enfocada en identificar la discriminación por género. Hoy está considerada como una de las tuiteras más influyentes de México, de acuerdo con los índices elaborados por diferentes empresas de análisis de datos en redes.
Su encuentro con Twitter no fue instantáneo. A mí todo lo que fuera tecnología, gadgets, aplicaciones, etc., me aterraba, literalmente me generaba ansiedad sentarme frente a una computadora, le dice a BBC Mundo.
Sin embargo, las circunstancias la impulsaron, como ella dice, a modernizarse: en 2009, la radio en que trabajaba la despidió.
Estaba yo en la calle, sin poder hacer lo que más amo que es comunicar, compartir información y tener contacto con las personas. Me di cuenta de que mi misión es esa, comunicar y yo no lo podía hacer. Sentía una gran vacío en mi vida, cuenta.
Ahora, se conecta a la red todos los días, en tres horarios: mañana, tarde y noche, con reflexiones de vida, citas y mensajes positivos.
Las redes sociales, asegura, han transformado su vida, dándole a su trabajo una dirección más clara, pues sé lo que la gente realmente necesita o desea recibir, así como la oportunidad de abrirse a la crítica directa y de construir relaciones más cercanas que en la radio o la televisión.
Satisface mi necesidad de contribución y conexión, pues la comunicación hace felices a las personas, dice.
Un 81% de sus seguidores en Twitter son mujeres y un 82% son de México. Para este mes de diciembre, la seguían poco más de 13.300 personas a quienes, dice, les gusta llamar por su nombre.
No son números que contribuyen a mi fama. Son seres vivos, activos, que merecen todo mi respeto, señala.
En cuanto a los tuiteros a quienes ella sigue, y que se cuentan por unas pocas decenas, explica que los elige tomando en cuenta la calidad de la información que comparten, sus valores, congruencia, original y su impacto en mi vida. La lista incluye al Dalai Lama, Meditaciones Budistas, The Single Women y Debbie Ford.
Para mí, el verdadero poder de un tuit es que influye o impacta, o emociona: te pone en acción.
Para Bermea, ésa es, precisamente, la mayor ventaja de utilizar Twitter.
Le devuelve el poder a la gente: el poder que da la comunicación directa, el poder de la recomendación de boca en boca, que puede incidir directamente en la reputación de una persona, de una empresa, de un servicio, de una marca, de un producto. El poder activo de elegir a quien se sigue o no, sin que nadie lo impida.
NO MÁS ATADURAS Nong Darol Mahmada es una activista indonesia, que se describe a sí misma como una islamista liberal.
Es cofundadora de la Red Islam Liberal, una organización contra el fundamentalismo islámico, cuyo objetivo es la creación de un espacio público para un debate saludable sobre el Islam.
Para ella, Twitter que comenzó a usar en 2008 es una buena plataforma para alcanzar estos objetivos.
Twitter ha cambiado enormemente mi vida. Me siento libre a la hora de expresar mis ideas y pensamientos sin depender de otros medios como los diarios, la radio y la televisión. Hasta ahora, si tenía ideas y opiniones sobre algo, escribía un artículo y lo enviaba a un medio escrito o me entrevistaban. Ya no tengo esas ataduras, le cuenta a BBC Mundo.
La otra función que cumple es social. Es un medio donde puedo hacer escuchar mi voz como mujer musulmana activista, pero también me permite disfrutar, divertirme y hablar con mis amigos, admite.
La tuitera es seguida por casi 17.000 personas, y está considerada como una de las blogueras con mayor autoridad social o influencia en Twitter en su país. En cuanto a sus intereses, dice seguir a gente que la inspira, cuyos tuits encuentra útiles, no racistas y despiertan su interés.
La interacción con sus seguidores no tiene hora, y prefiere pensar en sus seguidores en términos de cómo influye sobre ellos, más que en función del número.
En Indonesia los seguidores se pueden comprar, y la mayoría de ellos son pasivos. No somos apasionados cuando tuiteamos. Cuando defiendo y lucho por ideas espero que mis tuits logren el apoyo de muchas personas.