“La ascensión del ronin” (“Rise of the Ronin”) es probablemente el más ambicioso proyecto por parte Team Ninja hasta la fecha, poniendo su experiencia con juegos como “Ninja Gaiden” y “Nioh” en la titánica tarea de hacer un juego de mundo abierto. El resultado es un título que muestra que fue un proceso de aprendizaje, pero que a pesar de sus fallas, he disfrutado profundamente.
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Un nuevo amanecer
El juego nos lleva al Bakumatsu, un periodo clave de la historia japonesa donde el menguante poder del shogunato Tokugawa, reinante por los últimos 300 años, se ve aún más golpeado con la llegada de una flotilla estadounidense comandada por el comodoro Matthew Perry - sin relación con el actor de “Friends” - con la misión de abrir los puertos del país.
En esta era entra el personaje principal, sobreviviente de una masacre llevada a cabo por el gobierno y entrenado por un grupo disidente como parte de un dúo de asesinos conocido como Acero Velado junto a su otra mitad, su ‘Filo gemelo’ - ambos cuya apariencia depende del jugador-, a quien tendrás que buscar luego de que fuera capturado en una misión.
Es un ‘plot’ endeble, casi parecido a un ‘fanfiction’ histórico, pero que sirve para insertar al jugador dentro de esta era y conocer a todas las figuras que la marcaron, como si se tratara de la versión samurai de Forrest Gump. Se trata de una fórmula que ya antes Team Ninja experimentó con juegos como “Nioh 2″ y “Wo Long” y ciertamente no se puede negar que hay un atractivo en interactuar con algunos de los grandes nombres de la época, como Ryoma Sakamoto, Shinsaku Takasugi e Isami Kondo, quizás más reconocidos para audiencias modernas en sus versiones ficticias en animes y series de televisión.
Tu relación con estos personajes se torna clave en el juego, no solo por su peso narrativo, sino también porque ahondar tu amistad te da beneficios claros y notables a la fuerza de tu personaje. Es uno de los problemas que encontré con “Rise of the Ronin”, puesto que sentí que este acercamiento rebajaba la importancia de crecer la relación orgánicamente a lo largo de la historia.
En cambio, lo único que tenía que hacer era llenarlos de regalos para llenar una barra de ‘relación’ hasta que me consideraran su mejor amigo o su futuro esposo, con algunas misiones extras para darle un poco de sabor a nuestras interacciones. Y es una pena, porque el juego tiene personajes interesantes, como Ine Kusumoto, la primera mujer en ser doctora de medicina occidental en Japón, icónica figura cuyo cortejo consistió en darle los libros de medicina que encontré a lo largo del juego hasta que me declaró su amor imperecedero.
Fuera de eso, la historia del juego también sufre de inconsistencias, muchas de las cuales provienen de lo que solo puedo especular tienen que ver con la curva de aprendizaje que experimentó Team Ninja al producir por primera vez un juego de mundo abierto después de tantos años contando historias cronológicamente.
En general, “Rise of the Ronin” está dividido en los bandos anti y pro shogunato, esencialmente enemigos a muerte, pero como un ronin - un samurái sin maestro- el protagonista puede realizar misiones para ambos. Esto es bueno por el lado de la jugabilidad ya que tus decisiones no te excluyen de experimentar algún contenido, pero conlleva a situaciones absurdas donde en un momento estás planeando liberar a un rebelde de prisión y en otro entrenando a las tropas gubernamentales, actos que no ameritan más que una mención de los involucrados sobre cómo no se quieren meter en tus asuntos. Lo peor es que los desarrolladores pusieron en el juego un mecanismo que podría solucionar todos estos problemas llamado el ‘Testamento del alma’, una ingeniosa opción que te permite repetir cualquier misión y tomar decisiones diferentes para influir la historia. ¿Por qué no pudo ser usado para cubrir estos agujeros narrativos?
Explorando Japón
El mundo abierto de “Rise of the Ronin” es relativamente amplio, dividido en las tres regiones de Yokohama, Edo (ahora Tokio) y Kioto, cada una con paisajes y ciudades relativamente diferenciados. Estos a su vez están divididos en territorios, cada uno con sus monumentos particulares y varias actividades, las cuales varían entre liberar algunos poblados - lo que se traduce en matar a un grupo de enemigos -, cazar forajidos, tomar fotografías, encontrar tesoros y rastrear un centenar de gatos. Algunas regiones también tienen pequeñas misiones, usualmente de 10 a 20 minutos de duración, que te permiten explorar la historia del lugar o encontrarte con uno de tus compañeros, y que le dan un poco de variedad al contenido secundario del juego.
Se trata de un diseño hecho famoso por Ubisoft, pero falto de las novedades que han incluido en sus más nuevos títulos. Si pudiera comparar lo que más me recuerda el mundo abierto de “Rise of the Ronin” es a “Assassin’s Creed Origins” u “Odyssey”, juegos que salieron hace más de media década.
Apropiadamente, el contenido más interesante está en la historia principal, cuyas misiones son más largas y complejas, parecidas a un nivel en “Nioh”, aunque usualmente restringidas a cruzar un área poblada de enemigos hasta llegar al jefe del nivel. Lo mejor de estas misiones es que pueden ser jugadas en compañía de tus aliados, sean estos controlados por la PC utilizando algunas de las figuras históricas que has conocido a lo largo de tu aventura, u online con otros jugadores. Este es, esencialmente, casi la totalidad de la experiencia multijugador de “Rise of the Ronin”, exceptuando algunas interacciones menores como encontrar los personajes de otros jugadores en el mundo.
Al filo de la muerte
El combate es donde “Rise of the Ronin” realmente resalta y se encuentra entre unos de mis favoritos hasta la fecha, presentando una aparente simpleza que muestra mayor complejidad mientras más horas pones en el juego.
En principio, el combate de “Rise of the Ronin” consiste en drenar la salud de tus oponentes con tus ataques antes de que ellos drenen la tuya, objetivo que harán todo lo posible por dificultar al cubrirse de tus ataques y golpearte cuando menos lo esperes. Para romper su guardia tienes que drenar la barra de ki de tu oponente con tus ataques, poniéndolos en un estado vulnerable. El problema es que casi cada una de tus acciones también consume tu ki y si te golpean cuando está agotado serás tú el que esté en problemas. Esto hace que las peleas consistan en un delicado balance entre el ataque y la defensa, el cual se puede complicar si tienes a más de un oponente.
Para romper este impasse está la mecánica del ‘Contradestello’, que en cualquier otro juego se llamaría ‘parry’, y que consiste en presionar el botón triángulo justo al momento en que vas a recibir un golpe, permitiéndote desviarlo sin ningún daño y cansando más rápido a tu oponente. Se trata de un factor de riesgo que premia los buenos reflejos y la memorización de los patrones de los enemigos - y no han nada más satisfactorio que oír el chischás cuando desvías correctamente el ataque de un enemigo -, mientras que castiga las fallas al recibir el golpe sin poder cubrirte.
A este sistema se le añade que en el juegos tienes nueve tipos de armas de elegir, entre opciones clásicas como katanas, lanzas y arcos a armamentos más occidentales como sables y bayonetas, cada uno con sus propias fortalezas y debilidades. Esta variedad se ve multiplicada porque cada una de estas armas tiene sus propios estilos de combate - de tres a ocho dependiendo el armamento-, los cuales cambian tanto los ataques básicos como las habilidades marciales a las que tienes acceso.
Los estilos de combate están categorizados en tres categorías: Ten (Cielo), Chi (Tierra), y Jin (Hombre), cada uno con ventajas y desventajas frente a ciertas armas. Por ejemplo, Ten es efectivo contra quienes usan katanas, pero tiene desventaja ante quienes usan sables, lo que hace que el combate se convierta en una especie de piedra, papel y tijera donde te tienes que adecuar rápidamente a tus oponentes para ser efectivo y que me resultó extremadamente divertido una vez que le agarré el ritmo.
Gráficos
“Rise of the Ronin” utiliza el mismo motor gráfico que utilizaron antes en “Wo Long” y “Stranger of Paradise” y se nota que no está optimizada para mantener un mundo abierto, con ocasiones donde las texturas se demoran en cargar incluso a unas decenas de metros del jugador. Fuera de eso, el juego no es el más bonito que ha salido este año, y los movimientos de algunos personajes y animales se ven algo acartonados, pero no al punto de ser injugable.
El juego ofrece dos opciones gráficas. Elegir ‘priorizar FPS’ hace que mantenga los 60 fotogramas por segundo animaciones, permitiendo que las animaciones se sientan más fluidas a cambio de texturas algo borrosas, mientras que el ‘priorizar gráficos’ hace que todo se vea mejor, a cambio de restringir el juego a 30 FPS. Ambos son completamente aceptables maneras de jugar y depende de las preferencias del usuario en qué prefieren ceder a la hora de experimentar el juego.
Conclusiones
“Rise of the Ronin” es un juego que desearía que me hubiera gustado más. He quedado fascinado por su combate, pero decepcionado por la poca variedad de su mundo abierto y la dirección de la historia. A pesar de esto, el juego es más que la suma de sus partes y recomiendo el título tanto a aquellos que como yo aman los juegos de Team Ninja como a quienes están interesados en las historias ambientadas en el (no tan) antiguo Japón. Recordando las mejoras que hubo entre “Nioh” y su secuela, no puedo evitar estar emocionado por ver qué es lo siguiente que harán los desarrolladores si deciden revisitar el género del mundo abierto.
La ficha
Título: “La ascensión del ronin″ / “Rise of the Ronin”
Desarrollador: Team Ninja
Género: Acción, aventura, RPG.
Idiomas: Inglés (audio), japonés (audio) francés, español y portugues.
Plataformas: PlayStation 5.
Lanzamiento: 22 de marzo del 2024.
Duración aproximada: 23 horas para completar la historia. 70 horas recolectando todo.
Puntaje: 7/10.
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