Antes de iniciar los tres meses de rehabilitación que le ordenó un juzgado de Los Ángeles, Lindsay Lohan viajó a Sao Paulo para pasar sus últimos días en libertad y terminó protagonizando un escándalo en una discoteca; aunque esta vez no fue su culpa
La actriz de 26 años de edad acudió con unos amigos a la edición brasileña del Festival Lollapalooza y luego pasó a una discoteca local, donde, según informó el portal E! News, se comportó de manera correcta hasta que llegaron los paparazzi.
Al verse asediada por los medios y por la cantidad de gente que la reconocía y le pedía fotografiarse junto a ella, Lohan decidió buscar refugio bajo una mesa, como los mostraron fotografías publicadas en Twitter.