Por: Ana Valenzuela

Para Alexandra Graña, alejarse del Perú no le resulta una tarea sencilla. Sin embargo, cuando la tienta un papel antagónico como el que ahora interpreta en la telenovela mexicana “Entre el amor y el deseo”, es imposible que diga que no. “A mí me gusta mucho estar en mi país con mi familia, con mi gente; pero esta era una propuesta que no podía desaprovechar, estoy disfrutando mucho este papel”, dice Alexandra al otro lado del teléfono desde el D.F.

Con la adrenalina aún a mil, apenas unos minutos después de haberse detenido las grabaciones de esta nueva apuesta de TV Azteca en alianza con la cadena brasileña Globo TV, Alexandra recuerda que sus primeras escenas como la sexy y malvada Patricia Dumont las realizó en Vancouver. Una semana después, ya estaba grabando en paradisíacos escenarios de Nayarit, un distrito de la capital mexicana.

“En la historia mi familia es millonaria. Por ejemplo, mi tío Edgar [Fernando Luján] tiene una casa espectacular en Nayarit, por eso vamos a grabar ahí. Dentro de poco volveremos porque llega la época en que pueden verse ballenas en el lugar. En el Perú deberíamos también promocionar en las telenovelas los lugares preciosos que tenemos”, añade.

Parece que disfrutas mucho con los roles antagónicos… Por supuesto, siempre es más divertido ser la villana. En mi carrera he hecho más este tipo de personajes. De buenita casi no me ha tocado nada. Para interpretar estos roles me ayudan mis rasgos, son un poco duros. Dicen que tengo cara de mala, pero en realidad soy todo lo contrario.

¿Cómo es Patricia, tu personaje en la telenovela? Es la hija de un embajador que tuvo todo de niña, pero en el fondo se siente muy sola. Esta chica caprichosa busca llenar el vacío que siente con muchos hombres, hasta que conoce a Luis Carlos [Víctor Gonzales] y tiene un hijo con él. Ella enloquece por este hombre y no parará hasta tenerlo. En la historia, Luis Carlos se debatirá entre el amor que siente por Claudia [Lorena Rojas] y el deseo que siente por Patricia.

¿Te ha costado ponerte en los zapatos de una mujer fatal? Sí, me costó un poco porque no soy muy sexy, pero me parece que ahora lo he conseguido. Para crear este y otros personajes, me ha servido mucho el vestuario, me lo pongo, me veo en el espejo y me transformo.

Tu viaje a México ha significado que mantengas una relación a distancia con tu novio peruano. ¿Cómo marcha todo entre ustedes? Todo fue muy rápido. Comencé con Tarik como tres semanas antes de que me propusieran venir a México. Ahora nos estamos organizando. Él vino para mi cumpleaños, el 7 de setiembre. Al final de este mes iré por tres días al Perú, también pasaré la Navidad allá. Luego él vendrá.

A propósito de tu novio, se publicó en un diario mexicano que no descartas el cibersexo… ¡No sé por qué sacaron eso! Me preguntaron cómo hacía para mantenerme comunicada con mi novio; respondí que nos llamábamos por teléfono, luego me preguntaron qué opinaba del cibersexo; les dije que no tenía nada de malo. Después me preguntaron si lo haría; dije que no sabía, que no lo he hecho y que tendría que presentarse el momento. Eso fue todo. Luego han puesto que tengo cibersexo con mi novio.

En este momento, ¿tu vida afectiva tiene la misma importancia que tu carrera? Si se me presentan más oportunidades de este tipo, las tomaré porque es por lo que he luchado toda mi vida. Sin embargo, voy a tratar de darle también más importancia a mi vida personal, creo que la había dejado de lado. No sé qué pasará con la relación que tengo ahora. Nos va muy bien, va en serio. Ya tengo 34 años, 23 de ellos los he pasado en televisión y siento que me ha ido muy bien.

¿Qué planes tienes luego de terminar “Entre el amor y el deseo” en México? Esta novela la debo terminar en abril, luego me gustaría regresar al Perú y hacer algo allá. El próximo año estrenarán la serie “Tribulación”, que grabé para América Televisión y en cuya segunda temporada espero participar.