El actor y maestro de las artes marciales Jackie Chan, uno de los actores más prolíficos de la actualidad, aseguró hoy que, aunque sigue disfrutando con las escenas de acción, cada vez es más consciente de que los años pesan y no puede mantener ese ritmo.
Como estrella de acción, siempre se quiere que hagas lo mismo, pero tengo que decir a la audiencia que a veces tengo que parar, que puede que vean a algún doble, algún croma. Que me perdonen, ya no soy joven, indicó en un encuentro con la prensa durante el Festival de Cannes.
El año pasado ya había anunciado que Chinese Zodiac 2012 iba a ser su última gran película de acción, pero, pese a esa intención de echar el freno, su agenda aparece tan cargada como hiperactivo es el intérprete en la vida real.
Su último proyecto, que promocionó hoy en Cannes y que espera empezar a rodar a partir de septiembre, es Skiptrace, que estará dirigido por Sam Fell y se anuncia como una road movie a través de China, en la que, como no podía ser de otra manera, mostrará su destreza física.
Si hago una película de amor, nadie va a decir de mí, Oh, mira qué bien besa. Me sigue gustando mostrar la poca fuerza que tenga, indicó el hongkonés, conocido en Occidente por películas como Hora Punta o el reciente remake de The Karate Kid.
Está pensada como una comedia de acción y parte de esa voluntad personal de intercalar en su carrera largometrajes de mayor intensidad, como 1911, centrada en el centenario de la Revolución china, con otros más ligeros.
Lo que también tiene claro, según aseguró ante los medios, es que se ha vuelto mucho más cuidadoso ante las cámaras: No me quiero romper de nuevo el tobillo o el brazo. Antes me recuperaba en dos días. Ahora pasan tres meses y me sigue doliendo.
Chan, que ha hecho de la mezcla de la comedia con las artes marciales su sello personal, y que en persona refleja la misma vivacidad que refleja la cámara, confiesa que no podría contar las veces que se ha lesionado.
Desde que se hizo famoso, no obstante, asegura que no le ha hecho falta recurrir a la fuerza en la vida real.
Antes sí, pero no lo digas. La gente no está contra mí; en las películas ve que, si alguien me golpea, salgo corriendo. No soy un superhéroe, soy yo mismo, añade el intérprete, al que le gustaría encarnar a personajes como Iron Man, pese a saber que no encaja en ese género.
Ni el público ni los productores, apunta, pagarían por verle en ese tipo de películas, pero a él no le faltan las alternativas. El año que viene probablemente rodará la segunda parte del remake de The Karate Kid, tiene un par de guiones en desarrollo y no son raras las noches en las que, asaltado por ocurrencias, se despierta de golpe para apuntarlo todo.