Alzar la vista, mirar a las estrellas y darte cuenta de que a partir de ese momento, tu gran pasión será tratar de descubrir los secretos del universo. Así fue como Carla Arce-Tord, conocida en redes sociales como “Astrocarla”, descubrió que estaba enamorada de la ciencia. Hoy, convertida en una reconocida astrofísica peruana, dedica sus días a explicar la ciencia del universo y, de paso, combatir los estereotipos sobre el papel de la mujer en el campo. En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, te contamos su historia.
“Ser científico no es cosa del otro mundo. Cualquiera al que le guste la ciencia puede hacer ciencia”, revela Carla Arce-Tord, quien desde una edad muy temprana descubrió que lo suyo era convertirse en una mujer de ciencias. Ahora con una brillante carrera en el mundo de la astrofísica y un prometedor proyecto en redes sociales, nos cuenta cómo fue que poco a poco se convirtió en uno de los más populares referentes de la creación de contenido sobre ciencia en el Perú.
—Carla, tu gran pasión es saber cómo funciona el universo, ¿cómo fue tu primer encuentro con la ciencia?
Desde que recuerdo, siempre me ha encantado todo lo relacionado con el espacio. Mis padres me contaron que desde chiquita vivía entusiasmada con todo lo relacionado a los planetas, las galaxias y las estrellas. Siempre tuve esa curiosidad. Recuerdo perfectamente cuando había noches despejadas en la ciudad: todo totalmente claro y las estrellas a la vista. Para mí era una cosa alucinante imaginarme qué eran esas estrellas, qué tan lejos estaban, cuántas habían en el universo. Mi primer contacto y el contacto más directo que tuve con la ciencia fue cuando miraba el cielo desde pequeña. Ver las estrellas y pensar en todo lo que había más allá de las nubes. De hecho, recuerdo que quería ser astronauta porque quería ir allá afuera a ver con mis propios ojos cómo era el universo, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que podía estudiarlo sin necesidad de salir de la Tierra. Yo diría que mi primer acercamiento a la ciencia fue simplemente alzar la vista y mirar las estrellas.
—Una gran pasión que no se quedó en un pasatiempo, sino que se convirtió en tu profesión. ¿Cómo te decidiste?
Quería estudiar el universo y temas de astronomía, pero pensaba que no podía tener una profesión basada en esto. Entonces, al inicio lo tomaba como un hobby. Pedía prestado un telescopio, pero no me imaginaba dedicándome a eso profesionalmente porque no había referentes y no había información. Cuando llegue a quinto de media tomé un test vocacional y me salió Medicina, Derecho y Astronomía. Sí se planteaba astronomía como una carrera pero la persona que me evaluó me dijo “Bueno, evidentemente te gusta y tienes aptitudes, pero no es una carrera normal. Te recomiendo que Astronomía la tomes como un hobby” y yo dije “Wao. A pesar de que está listada como una carrera no se recomendaba estudiar eso”. Aún así, contra todos los riesgos, insistí. Empecé aquí y luego me especialicé fuera del país, porque aún no tenemos una especialización de Astrofísica o Astronomía en el Perú, aunque espero que muy pronto sí. Fui afortunada porque mis padres confiaron en mí.
—Fuiste tu propio referente motivacional desde tus inicios, ¿ahora hay alguna mujer científica a la que admires?
Felizmente a lo largo de mi carrera he conocido a grandes científicas -profesoras, colegas y compañeras-. He aprendido distintas cosas de cada una de ellas, no solo en lo profesional y técnico sino también en lo motivacional y de resiliencia. En cuanto a figuras históricas de la Astronomía, una científica que admiro mucho y es mi favorita es la astrofísica Cecilia Payne-Gaposchkin. Ella hizo su carrera a inicios del siglo XX, una época muy complicada para que las mujeres hagan ciencia. Descubrió, mediante observaciones, de qué están hechas las estrellas -principalmente de hidrógeno y helio-. En esa época, las cabezas de la Astrofísica, las voces certificadas que eran todos hombres le dijeron que estaba equivocada. Después se dieron cuenta de que tenía razón. No se le hizo justicia al gran descubrimiento base fundamental en la astrofísica, fue un punto de quiebre en la historia y solamente porque no era parte de las cabezas y era mujer no le creyeron. Verlo ahora es inaudito. Admiro mucho la fortaleza con la que afrontó algo tan duro. Ella demostró que en la ciencia no debería haber ningún tipo de prejuicio.
—Sobre todo porque en aquella época no existía un sentido de comunidad femenina en la ciencia… ¿Ahora hay espacios seguros para mujeres en el rubro? ¿cómo crear nuevos e incentivar a las niñas y mujeres a participar?
Creo que un punto clave es la visibilización de mujeres que ya estemos haciendo ciencia para que las jóvenes se sientan representadas. Cuando empecé, cuando quería estudiar física, las redes sociales no eran tan comunes y menos se compartía sobre ciencia. Los científicos que conocía eran hombres y además, eran norteamericanos o europeos. No había representación de mujeres, o al menos yo no las conocía. Por eso la representación y visibilización son muy importantes para que vean que sí tienen espacio dentro de la ciencia. Creo que las redes sociales son un buen punto de inicio, porque es un medio de difusión masivo. También pienso que diversas instituciones como universidades o entidades deberían organizar eventos de difusión científica donde no solamente difundan ciencia, sino también visibilicen a sus científicas.
—Visibilizar a la comunidad científica para que se conviertan en modelos a seguir…
Exacto. Cuando la gente se entera que soy peruana, sobre todos los mismos peruanos, dicen “no sabía que había astrofísicos peruanos” y sí los hay, no soy la única, solo que no se conocen. Pienso que visibilizar a los que ya estamos en esa trayectoria podría ayudar o motivar a las nuevas generaciones a tomar la decisión de seguir esta carrera para sentirse representados y porque al estar en contacto con nosotros pueden despejar cualquier duda que tengan. Surgen un montón y qué mejor que los que ya hemos recorrido ese camino para responderlas.
—En las redes sociales de Astrocarla contaste que fuiste la única mujer de tu promoción. ¿Cómo fue esa experiencia a comparación de tus estudios en el extranjero?
En Física éramos cuatro graduados y yo era la única chica. Entonces aparte de que éramos un número bajo de alumnos, el porcentaje de mujeres era bajísimo, siempre era una por promoción y eso. Yo pensaba que era así a nivel mundial. Que era algo propio de la carrera, pero no. Cuando fui a la maestría en España y entré el primer día de clases al salón, no solo vi más de 35 alumnos, que ya es un montón para lo que estaba acostumbrada, sino que más de la mitad eran mujeres y eso me pareció alucinante. Fue una diferencia abismal. Muy distinto a lo que había vivido en Perú. Felizmente está cambiando poco a poco porque ahora veo más mujeres en carreras de Ciencias y Física, lo cual me parece genial.
—¿Fue difícil ser la única mujer cuando estudiabas aquí?
No sufrí ningún tipo de discriminación por parte de mis compañeros ni profesores, pero sí recuerdo algunos comentarios de otras carreras. Cuando veían a una mujer, le preguntaban de qué carrera era y les decían Física, había comentarios muy prejuiciosos. Tuve la suerte de no vivir ningún tipo de discriminación en mi círculo, pero eso no quiere decir que no exista. Tengo colegas mujeres que sí han pasado por momentos complicados e incómodos. Depende del contexto, pero sí existen prejuicios hasta el día de hoy. Por eso creo que es importante erradicar ese tipo de situaciones.
—“Astrocarla” ahora está en su mejor momento. ¿Cómo empezó este proyecto?
En ese momento estaba en Chile a la mitad de mi doctorado y me sorprendió ver que ahí había bastante difusión de ciencia. No solamente con municipalidades haciendo ferias científicas, instituciones o universidades; sino también por redes sociales. En Chile existen varias astrónomas, astrónomos, astrofísicos y astrofísicas en redes con bastante visibilidad. Algo como “super influencers” en el ámbito científico. Dije “Wao, en Perú casi no tenemos eso” y motivada abrí la cuenta “Astrocarla” en plena pandemia.
Tenía que ir aprendiendo cómo hacer contenido que comunique la ciencia de manera didáctica, ¿no? A medida que iba aprendiendo, Astrocarla fue evolucionando, creciendo y el contenido fue muy bien recibido. La gente me cuenta que aprende con los vídeos. He tenido la oportunidad de conversar con muchos jóvenes que me preguntan sobre la carrera, me cuentan sus dudas, sus casos particulares, cómo abordar el tema con sus padres y así. Incluso me han escrito personas con una carrera finalizada y trabajando que dicen que su sueño siempre fue estudiar física y yo les digo “Nunca es tarde”.
Y bueno, Astrocarla está ahí básicamente para eso: en parte para compartir ciencia, pero también para que vean que sí hay científicos y científicas aquí. Incluso compartimos un poco de nuestra vida diaria porque hasta hace un tiempo, veíamos -y me incluyo- a la figura del científico como personas dentro de un molde muy específico de pura ciencia. A todos nos catalogaban como a los de The Big Bang Theory y no es así. Ser científico no es cosa del otro mundo. Cualquiera al que le guste la ciencia puede hacer ciencia.
—Un largo recorrido en la ciencia que ahora te ha convertido en una de las científicas peruanas más conocidas en las redes sociales. A aquellas mujeres que sienten curiosidad por la ciencia, pero que no se atreven a dar el salto de fe ¿Qué les dirías?
Si realmente tienen esa curiosidad, motivación y pasión por entender el universo en el que vivimos desde cualquier disciplina de la ciencia -biología, química, matemática, física, astrofísica o alguna ingeniería-; pueden hacerlo. No importa si son mujeres o niñas. Eso no está reservado para ciertas personas. No es un camino sencillo, requiere disciplina, esfuerzo y un punto de partida como cualquier trayectoria. Ahora que tenemos acceso directo a las redes sociales, consúltenos, pregúntennos a los que hacemos contenido ahí sobre ciencia. Nosotros ya hemos pasado por ese camino. Si no es por los mensajes de las redes de Instagram o los mensajes directos, háblenos por correo. Sigan el camino que siempre soñaron seguir, necesitamos más científicas en el país. No dejen que nadie les diga que no pueden hacerlo. La ciencia es para cualquier persona que tenga motivación de hacerla. Así de sencillo. Nada más se requiere. Aquí estamos los que ya hemos seguido esa carrera para responder cualquier duda que tengan.