Estamos en la estación de invierno y, con ello, hay que tomar en cuenta diversos cuidados en la salud de los menores de edad. La dermatitis atópica -enfermedad que se caracteriza por la piel seca y la picazón- es bastante frecuente en los niños, según indicó la doctora Rosalía Ballona, jefa del servicio de Dermatología del Instituto Nacional de Salud del Niño en Breña.
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¿Qué es la dermatitis atópica?
“(La dermatitis atópica) se caracteriza porque los niños van a tener la piel seca. Pero no es que la vamos a ver seca desde un primer momento, sino, con el tiempo, con los cambios de clima, con el uso de jabones, que son sustancias que lo va dañando sin saber y se va expresando”, indicó Ballona.
Por otro lado, la experta señaló que los niños de entre 6 meses y 5 años son el grupo más propenso a padecer esta enfermedad. No obstante, si son hijos de padres que sufrieron de asma, rinitis, o algún otro tipo de alergia, la probabilidad aumenta.
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Problemas para los niños
“El primer problema es que los niños con piel seca se complican mucho. Les pica mucho. Tal es así que les altera el sueño. El niño pequeño no puede dormir y trae problemas familiares porque hay que estarlo cuidando toda la noche”, explicó la experta.
Otra preocupación se da cuando los niños se rascan la piel, pues pueden generarse heridas o lesiones al hacerlo. Además, si los niños son mayores de dos años se podrían causar más daño al llegar a más zonas del cuerpo.
“Si el niño se sigue rascando, si está en un ambiente no adecuado, si es que no hay las condiciones de mantener bien al paciente, se infecta y empiezan las infecciones sobreagregadas. Y entonces una cosa trae a la otra”, alertó la doctora.
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Consejos para los padres
“Lo importante es primero aceptar, porque a veces los padres no lo aceptan. Aceptar que (el niño) tiene una piel seca, el pobre no es responsable”, señaló.
Además, Ballona indica que las secreciones como el sudor y la saliva pueden agravar la piel del niño. Por esa razón consideró que lo más importante es mantener la limpieza.
“Pero ahí viene el problema mayor. En la temporada de invierno no les gusta bañar a los niños, o los bañan muy alejados por el riesgo de que puedan enfermarse. Tienen que tomar las precauciones adecuadas. Si puede ser un baño completo, sacando toda la ropita, o les van haciendo los llamados baños con toallas o esponjas. Lo importante es buscar el mecanismo por el cual la piel esté limpia”, sugirió.
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Hay que tener en consideración que para el baño no se recomienda usar jabones, sino los ‘syndets’ o sustitutos de jabón, las cuales ayudarán a reparar la piel. Luego del baño, se tendrá que aplicar cremas, denominadas ‘emolientes’, que puedan humectar la piel.
Otra recomendación de la doctora es abrigar a los niños según la temperatura del ambiente, sin exagerar ni causarles procesos gripales. El problema es darse cuenta si esa ropa que le han colocado le provoca sudor o alguna molestia. A veces hay que tener cuidado con los calentadores del ambiente”, explicó la doctora.
Por último, la experta dijo que con la llegada de temperaturas más altas los niños mejoran. “Allí lo que debemos tener cuidado es, por ejemplo, que el niño va a sudar mucho. En ese caso, necesitamos más baño y menos de tener cremas”, afirmó.