Cuando la pandemia por el COVID-19 se desató en el país, millones de peruanos sufrieron los efectos no solo en la salud física, sino también en la salud mental. Entre el 2020 y 2021, el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) registró un incremento del 12.07% de atenciones y el Ministerio de Salud (Minsa) implementó un nuevo plan de salud mental, comprobando que ésta se ha convertido en una prioridad en la agenda nacional durante estos dos años de pandemia. En el marco del Día Mundial de la Salud, la psicóloga Dayana Chávez explica los detalles detrás de este fenómeno.
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Durante la pandemia, pasamos más tiempo encerrados con nosotros mismos. “No sabíamos manejar conflictos. Por eso, cuando vinieron cambios repentinos, nos afectó mucho. Ahí nos dimos cuenta de que la salud mental era importante”, afirma la especialista. Desde entonces, creció la preocupación sobre cómo afrontar esos cambios radicales que, de la noche a la mañana, transformaron totalmente el estilo de vida de millones de peruanos.
La importancia de hablar sobre salud mental
Trabajar en la salud mental es tan importante como hablar de ella. El paso a la virtualidad permitió que la información sobre salud mental llegue a más personas, pues muchas de ellas empezaron a conocer sobre el tema gracias al contenido que psicólogos y especialistas en salud mental compartían en sus redes sociales. Como en el caso de la psicóloga Dayana Chávez, quien afirma que sus contenidos sobre salud mental tuvieron mayor alcance en plataformas como TikTok o Instagram, las que a su vez, le hicieron más fácil conectar con más personas que necesitaban asesoría psicológica.
Pero no todo se centró en el trabajo individual de los especialistas en salud mental, sino también en las instituciones gubernamentales y autónomas. A la fecha, el Minsa cuenta con 208 centros de salud mental comunitaria distribuidos en diferentes puntos del país. Además, habilitó la Línea 113 para brindar asesoría psicológica vía telefónica. Además, cabe resaltar que si bien el Estado ya puso manos a la obra en este sector de la salud, aún hay mucho por trabajar.
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El impacto de la pandemia en la salud mental
De acuerdo a la psicóloga Dayana Chávez, las principales dolencias y trastornos mentales que se manifestaron fueron el estrés, la ansiedad y la depresión. Estudios del Minsa revelaron que el 52.2 % de la población de Lima Metropolitana sufre de estrés de moderado a severo, el 28.5% sufrió algún rasgo del trastorno depresivo y que 7 de cada 10 peruanos afirman haber sufrido algún tipo de ansiedad durante la pandemia.
Ante la constante preocupación por todo lo que sucedía a nivel social y personal, muchos desarrollaron estas afecciones que llegaron a desequilibrar su estabilidad mental y emocional. Incluso, según la especialista, “antes de la pandemia ya habían personas que tenían trastornos”, por lo que cuando se desató todo, se visibilizaron o incrementaron a niveles preocupantes.
Entre las principales causas está el duelo por las pérdidas humanas. Muchas personas no pudieron procesar ni asimilar correctamente la pérdida de un ser querido por el Covid-19, ya sea por lo repentino que fue o por la dificultad para realizar sus rituales de despedida. También, están las crisis económicas y laborales, pues millones de peruanos perdieron sus trabajos y, por ende, el sustento económico para sus familias. Además, está el cambio de la presencialidad a la virtualidad pues, para muchos, fue chocante y desalentador enfrentarse a dificultades para estudiar, trabajar o incluso comunicarse con los demás de forma virtual.
Debido a la importancia que cobró la salud mental durante la pandemia, muchos tabús sobre salud mental se rompieron, pero también quedaron otros por superar. De acuerdo a la especialista, estos se basan en pensamientos y creencias irracionales heredadas por generaciones que, a la larga, se convierten en las principales causas de la aparición de trastornos que afectan la salud mental. Por ejemplo, en lo que va de la pandemia, muchos padres tuvieron que afrontar la realidad de que sus hijos no eran simplemente “malcriados” o “débiles”, sino que presentaban indicios de trastornos mentales.
Beneficios de ir a terapia
“Que busques ayuda psicológica no te hace débil. Simplemente necesitas ayuda profesional”, afirma la especialista, pues, al igual que cuando acudimos al doctor por un malestar físico que no podemos solucionar por nuestra cuenta, también debemos hacerlo cuando se trata de la salud mental.
“Aprender a conocernos y tratarnos bien a nosotros mismos”, de ahí parte todo, pues uno de los principales beneficios de ir a terapia es que podrás mejorar tu bienestar personal y potenciar tu inteligencia emocional. También, mejorará tu forma de relacionarte con los demás, pues, aunque el principal agente de cambio seas tú, la manera en la que te relacionas con los demás tiene un impacto en tu propio bienestar. “La terapia nos va a permitir cambiar nuestro panorama o filosofía de vida para darnos cuenta de que podemos encontrar soluciones a los problemas y aprender a gestionarlos”, agrega.
Trabajar en la salud mental y mejorar la inteligencia emocional nos vuelve más resilientes. De acuerdo a la especialista, la OMS define a la resiliencia como “la capacidad de sobreponerse ante los problemas”. Suceda lo que suceda, tendremos la capacidad de sobreponernos, aprender y vivir con una actitud más positiva frente a esta incierta época de pandemia.
Algunas proyecciones
Según la OMS, los problemas de salud mental podrán ser la principal causa de discapacidad en el mundo para el 2030. Por eso, mantener la salud mental como una prioridad es fundamental. Por eso, una de las prácticas que la especialista espera que se proyecten es la inversión en la salud mental. Ya sea de dinero o de tiempo, apostar y dedicarle un espacio importante en nuestras vidas debería ser una prioridad a largo plazo. “Nosotros somos nuestro mejor proyecto, así que prioricemos y preocupémonos por darle el lugar que merece a la salud mental”, afirma.