Aparentemente, cada hora que pasamos sentados en frente al televisor puede hacer que muramos 22 minutos antes.
¿Puede ser cierto?
Y sabemos que debemos dejar el sofá y olvidar el auto, hacer más ejercicio y ser más activos. Nos hace más fuertes, más flexibles, ayuda al cerebro, los huesos, las articulaciones y el corazón.
Todo eso es cierto pero una de las cosas realmente importantes que hace el ejercicio es cambiar la manera en la que el cuerpo lidia con el azúcar.
Cuando uno come carbohidratos, el cuerpo los convierte en glucosa, que es transportada en la sangre a todas las células del cuerpo.
DEMASIADA DULZURA
La paradoja es que aunque la glucosa es un combustible esencial para el cuerpo, también es tóxica.
Si uno tiene niveles persistentemente altos, aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, impotencia y ceguera.
El cuerpo produce una hormona, llamada insulina, cuya función es reducir los niveles de glucosa a lo normal lo más pronto posible.
Pero la eficiencia de ese proceso depende de cuán activo es uno.
Si no hacemos suficiente ejercicio, es más difícil que el cuerpo controle los niveles de glucosa.
Eso puede causar diabetes tipo 2 y, cuando la glucosa empiece a dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos, problemas del corazón.
DE PIE, POR FAVOR
Pero, si sentarse todo el día hace que suba el nivel de azúcar en la sangre, ¿será que estar parado hace una diferencia importante para la salud?
Decidimos que valía la pena hacer un experimento para averiguarlo
En una oficina de agentes inmobiliarios, que pasan -como muchos de nosotros- la mayor parte de sus días sentados frente a un computador, pusimos a prueba la hipótesis de que algo tan sencillo como estar de pie unas horas al día puede tener beneficios para la salud.
A retiramos algunos de los escritorios para reemplazarlos por otros muebles que le permitieran a 10 de los agentes pasar al menos tres horas al día de pie durante una semana.
Durante el experimento, consumieron exactamente la misma comida.
El doctor John Buckley y un equipo de investigadores de la Universidad de Chester, Reino Unido, midieron las reacciones de sus cuerpos y lo compararon con su rutina normal.
Además de otras cosas, como el ritmo cardíaco, el equipo midió los niveles de azúcar constantemente, día y noche.
SENTÉMONOS A VER LOS RESULTADOS
¿Podrá cambiar algo en los cuerpos de los voluntarios el sólo hecho de estar parados un rato?
Tras hacer todas las mediciones del caso, Buckley encontró que “en los días en los que estaban sentados, el nivel de glucosa en la sangre se mantenía alto durante períodos más largos de tiempo”.
De manera que estaban liberando la misma glucosa en la corriente sanguínea pero debido a que estaban usando los músculos al estar de pie, “ese ejercicio ligero ayuda a deshacerse del exceso de glucosa”.
Y el hecho de que el sólo estar parado cuenta como ejercicio tiene otros beneficios.
“Si comparamos el ritmo del corazón cuando están sentados y parados, vemos que al estar de pie es más alto: 10 latidos más por minuto. Eso significa que se quema alrededor de 0,7 calorías”, dice Buckley.
MILES DE CALORÍAS
Aunque no suene como mucho, si se multiplica ese 0,7 por minuto x 180, por las tres o cuatro horas de pie en el día laboral y se extiende a semanas y meses hasta llegar a un año, serán unas 30.000 calorías menos por las cuales preocuparse.
Eso es el equivalente a correr unas 10 maratones.
“Ese tipo de incremento casi imperceptible de actividad muscular le está dando al cuerpo ese poco de ejercicio extra que le permite manejar mejor los carbohidratos que ingerimos”.
Lo que no hay que olvidar, advierte la fisioterapista Katie Copeland, es que al estar de pie, hay que cambiar un poco el ángulo de la pelvis de manera que se usen los músculos centrales.
No todos podemos trabajar parados, pero al estar conscientes de los beneficios, podemos evitar sentarnos cuando hablamos por teléfono o viajamos en el bus o tren.
Y por aburrido que sea, al parecer planchar mientras miramos televisión es bueno para la salud.