Un recorrido por los parques de Lima y las actividades que podemos hacer al aire libre

Donnie Obregón (33) es un joven con discapacidad visual que tres veces por semana llega al parque Pampas de Junín, en Surco, a pocas cuadras de su casa, para realizar su rutina de ‘functional training’. Hace un par de años, tomó la decisión de hacer esta actividad al aire libre para desconectarse del trabajo y encontrar su peso ideal. Dice que la experiencia ha cambiado completamente su vida. “Me siento con menos estrés y más energías para seguir con mi día a día. Estar en contacto con la naturaleza te cambia el ánimo totalmente”, dice Donnie, quien se desempeña en el área de márketing digital de una multinacional estadounidense.

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Así como él, cientos de personas se vuelcan diariamente a los parques de Lima para experimentar todo tipo de dinámicas: desde bailes y aeróbicos hasta artes marciales. Omar Samanamud, entrenador personal, brinda servicio a domicilio en distintos distritos de la capital, pero tiene algunos lugares preferidos para dar clases.

En San Borja, por ejemplo, recomienda el Parque de la Felicidad (mejor conocido como el parque del Pentagonito), mientras que, en Surco, en la zona de Monterrico, el parque Neptuno es una de sus principales alternativas; así como el parque de la residencial San Felipe, en Jesús María. “Son espacios amplios en los que nunca he tenido problemas para hacer las rutinas de ejercicios”, acota el experto.

Gian Hernández es otro ‘personal trainer’ que tiene como centro de operaciones la zona que comprende los malecones de Miraflores (parques Raimondi y María Reiche, principalmente) y Barranco (desde el inicio de Paul Harris hasta Sáenz Peña). El especialista indica que estos espacios públicos son los preferidos de sus clientes por su vista al mar. “Los beneficios de hacer ejercicios al aire libre son increíbles. Ya de por sí, adquieres una mejor oxigenación”, explica Gian, quien también brinda clases de boxeo y ‘crossfit’.

Ambos especialistas coinciden en que solo han tenido problemas en la zona de El Olivar, en San Isidro, debido a quejas de los vecinos. En Miraflores, únicamente los entrenadores que están empadronados pueden brindar clases. “El espacio público es un lugar democrático por excelencia. Los parques generan un vínculo entre los vecinos que los visitan. Por eso, las personas tienen derecho a reunirse libremente en ellos de forma pacífica”, explica Cinthya Yanamoto, abogada y cofundadora del colectivo peatonal Peruanos de a Pie.

Para todos los gustos

Cuando uno camina por los lugares mencionados, también se suele ver a personas que practican artes marciales como el kung-fu. Walter Suazo, maestro shaolín, brinda clases en el parque María Reiche, en Miraflores, a niños y adolescentes. “Trabajo con grupos de no más de diez personas. Nosotros nos enfocamos mucho en la parte mental a través de técnicas de taichí. Lo que buscamos es que los chicos entren en comunión con su entorno”, explica Walter.

Otro punto donde imparte sus sesiones es el parque Miguel Dasso, en La Victoria, donde se reúne con sus alumnos de niveles más avanzados. “Al entrenar descalzos, nos conectamos directamente con la tierra y su energía. Es algo que se ha perdido con la modernidad de estos tiempos”.

Fuera de las actividades físicas, los pícnics se han convertido en una opción para hacer uso de los parques. María Eugenia Meza, de Operación Pícnic, nos cuenta que, si bien el malecón de Miraflores es uno de los lugares más solicitados, existen otros espacios que se acomodan muy bien a esta dinámica. Entre ellos están La Pera del Amor, en San Isidro; el parque Chabuca Granda, en Surco; y el parque Miguel Grau, en San Borja.

“Nosotros ofrecemos el servicio de pícnic a parejas y amigos. Si la actividad se realiza en el piso, no hay ningún inconveniente. También hacemos fiestas al aire libre. En esos casos, cuando se convoca a más de diez personas, solicitamos un permiso al municipio correspondiente”, explica María Eugenia.

Qué mejor plan para el fin de semana que dar un largo paseo por el parque. //

Además…

Espacio ideal

El mes pasado, más de 70 personas participaron de un bailetón en contra de las intervenciones de actividades al aire libre en el parque Izack Rabbin. Tras ello, el municipio de Miraflores reubicó a estas personas en el parque Pluma (en la foto) para que puedan practicar zumba, evitando así las quejas de los vecinos por contaminación sonora.